De repente llega una enfermedad como el cáncer y la vida se detiene para hacerle frente, pero a veces conviene echar la vista al futuro para poder seguir avanzando en el presente. Un total de 1.372 pacientes de todo el mundo se han acogido ya al Programa IVI para pacientes oncológicas “Ser Madre después del cáncer” y han vitrificado sus óvulos antes de iniciar el tratamiento para su enfermedad.
Octubre es el mes dedicado a visibilizar y dar apoyo a todas esas mujeres diagnosticadas con un cáncer de mama y desde IVI queremos este año aportar un punto de luz en el futuro. Ser madre después de un cáncer es posible. En concreto, desde que comenzamos con el Programa «Ser madre después del cáncer», que gracias a nuestra labor de Sostenibilidad, es gratuito para todos aquellos pacientes en España que tengan diagnosticado un cáncer, hemos conseguido que nazcan 37 bebés, 37 motivos para encontrar una esperanza.
Dos técnicas para ser madre después de un cáncer
El programa de preservación de la fertilidad del IVI ha permitido que lleguen al mundo 37 bebés en todo el mundo desde que se puso en marcha, en el año 2007. En el caso de las mujeres, dos son las técnicas más frecuentes que se emplean.
- Por una parte, la vitrificación de ovocitos, que consiste en la criopreservación –inmersión directa en nitrógeno líquido a una temperatura de -196ºC- de los óvulos maduros conseguidos tras la estimulación ovárica, con el fin de usarlos una vez superada la enfermedad con la misma calidad con la que se guardaron.
- Por otra parte, también se lleva a cabo la congelación de corteza ovárica para trasplantarla tras el cáncer, lo que permitiría incluso conseguir gestaciones espontáneas al recuperar la paciente su función ovárica. Esta técnica se aplica en aquellos casos que requieren un inicio inmediato de quimioterapia –sin tiempo para la estimulación ovárica-, en mujeres en las que la estimulación ovárica no estaría recomendada o en niñas pre púberes.
En algunos casos incluso es necesaria una doble preservación, si también el hombre sufre un cáncer, como fue el caso de una pareja que se vio obligada a preservar semen y óvulos en IVI Alicante. Tras finalizar ambos su respectivo tratamiento, fueron padres de un bebé que les devolvió la alegría: “Fue sin duda la mayor recompensa que pudimos recibir, después de la doble batalla con la que nos tocó lidiar”, afirman.
Hemos querido hablar y que sean algunas de estas mujeres las que cuenten su caso en primera persona. Unas historias dignas de leer y escuchar una y otra vez por el ejemplo de valentía, lucha y amor que hay detrás.
«Ayuda mucho hacer planes de futuro, como el de ser padres»
“Merece la pena mirar hacia adelante y hacer planes de futuro como el de ser padres, porque te ayuda a superar la enfermedad y hace que la lucha sea aún más importante”, son las palabras de Itziar, una paciente que acudió a IVI Bilbao para poder preservar su fertilidad ante el cáncer de mama que le acababan de diagnosticar.
Por eso muchas veces conviene visualizar el final feliz no solo de la enfermedad sino del proceso de búsqueda de un hijo, pensar en positivo y plantearse la espera simplemente como una cuestión de tiempo. Silvia, paciente de IVI Barcelona, tardó seis años en superar el cáncer de mama que le habían diagnosticado y siempre tuvo presente que una de las razones para seguir adelante era ser mamá. El final feliz de su historia llegó tras dos FIV y se llama Valentina.
Para Mª Paz el cáncer de mama llegó en el momento en el que ella y su marido se habían planteado ser padres, lo que hizo aún más duro el golpe. Pero finalmente, después de congelar ovocitos y superar la quimioterapia, consiguió en IVI Madrid su ansiado embarazo. “Cuando oímos el latido nos pusimos a llorar. Raúl es el niño que queríamos tener desde hacía años. Ahora ya no recuerdo no haber estado con él, para mí ya es uno más”, explica con emoción.
El año pasado juntamos a tres de estas mujeres junto al director de IVI Madrid, el Dr. Juan Antonio García Velasco para saber cómo se sentían y los miedos que encontraron en el camino. Susana, que ya tiene su hijo en casa y a Estrella e Irene que todavía se encuentran en la primera parte del camino, recuperándose de un cáncer. Os dejamos el resumen de la conversación
Como estas, son muchas las historias de anhelos y sueños cumplidos tras pasar el duro trance del cáncer de mama. Por eso hablamos de 37 razones para la esperanza, tantas como niños han venido al mundo a llenar de ilusión la vida de sus familias y queremos enviar un mensaje de optimismo a todas las mujeres que quieren ser madres y en estos momentos han paralizado su sueño por la enfermedad.
El futuro está más cerca de lo que parece.
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