Hoy os mostramos un testimonio de paciente Ascot: del llanto a la esperanza, así comenzó la historia de María, una joven sin preocupación aparente por no poder ser mamá hasta ver peligrar su deseo de serlo en un futuro. Os contamos esta experiencia tan enriquecedora de una paciente de IVI, la cual nos narra cómo vivió ella este proceso.
El miedo y la incertidumbre
Me llamo María y, en mayo de 2019, con 26 años, acudí al ginecólogo al llevar varios meses sin que me bajara la regla. Es cierto que siempre he sido muy pasota, para nada pensaba que fuera algo por lo que alarmarme. Así pues, me hicieron las pruebas pertinentes y, convencida de que todo estaría bien, recibí la noticia menos esperada: tenía un fallo ovárico precoz y debía congelar mis óvulos a la mayor brevedad posible si quería tener hijos propios en un futuro. Además, la falta de estrógenos y progesterona supongo que hizo que tuviera los propios síntomas de una menopausia; sequedad, calores, ansiedad…al principio incluso pensé que mi pareja ya no me atraía. Me tranquilicé al saber, más adelante, que todo tenía una explicación.
Esto supuso un antes y un después en mi vida, la idea de no poder ser madre me aterrorizaba, a pesar de que no había pensado en serlo a corto plazo.
La noticia más deseada
Desde un primer momento fui a IVI, por su reconocido prestigio y por la facilidad que tienen al disponer de clínicas en diversos puntos de España. En ese momento estaba en Madrid, pero pronto volvería a mi ciudad natal. Trataron de recuperar algún óvulo en el mes de julio de 2019 pero, lamentablemente, los dos que consiguieron eran inmaduros.
No sé qué ocurrió en mi cuerpo, pero a los dos meses tras dos reglas aisladas me quedé embarazada. Quizás a raíz de la medicación que me dieron, quizás por el Progyluton, no lo sé, pero, el 24 de octubre, me quedé embarazada de mi primer hijo de forma “natural”.
¿Cómo conociste la técnica ASCOT?
Una vez tuve a mi primer hijo en el verano de 2020, le di el pecho solo durante 3 meses. Quise dejarlo pronto porque necesitaba saber si me volvería la regla en algún momento. Pasaba el tiempo y no me bajaba, volví a IVI y de nuevo no conseguimos nada, ni siquiera óvulos inmaduros. Posteriormente, en marzo de 2021 me propusieron participar en el estudio ASCOT y, por supuesto dije que sí, no me lo pensé dos veces.
¿Tuviste dudas al principio o enseguida te sentiste preparada para probarla?
No tuve dudas en ningún momento. Tenía plena confianza en IVI y no tenía nada que perder. El tiempo apremiaba e iba directamente en mi contra; quería un hermanito para mi hijo. Dedicaba la mitad de mis días a leer foros y estudiar sobre este tema que se estaba volviendo casi una obsesión; estaba dispuesta a todo.
¿Qué edad tenías cuando empezaste el tratamiento?
Fue con 27 años cuando participé en el estudio de ASCOT.
¿Hubo posibles contraindicaciones/complicaciones?
No, pude hacer todo el proceso y seguimiento en mi ciudad de residencia, solo tuve que ir a IVI Valencia dos días, que fue cuando me inyectaron el plasma rico en plaquetas en el ovario. Todo salió bien, me sentí bien en todo momento e hice vida normal. Me acompañó mi padre.
¿Cuál fue la reacción de tu pareja/familiares ante la decisión de someterte al tratamiento?
Solo lo sabe mi familia más cercana. Es algo que me hace sentir muy insegura, como si fuera un juguete roto y me da miedo que quien sepa sobre mi problema lo pueda usar en mi contra.
En cualquier caso, mi familia me apoyó en todo momento y mi pareja, que ha estado conmigo siempre, también. Si yo tenía 26 años cuando todo esto comenzó, él tenía 25 y ninguna intención de formar una familia. Podía haberse asustado, podía haberme dejado y haber rehecho su vida sin problemas, sin tratamientos… pero estuvo conmigo. Eso reforzó mucho nuestra relación y se lo agradezco cada día de mi vida.
¿Cuánto duró en total?
Tendría que haber durado 6 meses. Tras el día en que me inyectaron uno de los ovarios, estaban programadas ecografías cada 15 días para ver si había movimiento.
¿Qué pasó después?
Que me quedé embarazada en el mes de agosto de 2021 de mi segundo hijo. Es cierto que un par de semanas antes de que me inyectaran en el ovario me vino una regla espontánea. Pensé que por ese motivo no me dejarían participar en el estudio, pero me confirmaron que sí, ya que es propio de un fallo ovárico precoz que haya reglas aisladas.
No puedo por lo tanto saber con total certeza si fue a raíz del propio estudio o si no… pero claramente sí que movió algo en mí.
¿Cómo te encuentras hoy? ¿Te sientes feliz por haberlo hecho? ¿Tuviste algún efecto secundario?
Estoy feliz, obviamente, por haber hecho todo lo que ha estado en mi mano. Ahora ya tengo la menopausia precoz y llevo dos años sin reglas. En enero de este año volví a hacer el tratamiento de ASCOT, esta vez no como estudio sino como tratamiento en sí, pero sin éxito. También es verdad que ya hace más de 5 años desde que comenzó todo esto y los posibles óvulos durmientes que pudiera haber ya se habrán acabado. Me hubiera encantado tener un tercero, pero teniendo en cuenta mi problema, tengo que dar gracias a Dios y a IVI. Gracias por acompañarme, por el trato, por el seguimiento y por estudiar este tipo de problemas; me disteis opciones cuando pensé que me había topado con un muro y me hicisteis sentir un poquito menos sola.
¿Se lo recomendarías a otras mujeres?
Por supuesto, pienso que hay que intentarlo todo. Yo tenía claro, una vez supe de mi problema, que quería ser madre. Si no lo hubiera conseguido así, hubiera sido por ovodonación y si no, por adopción, pero quería ser madre.
Si me estás leyendo y estás en mi misma situación, no estás sola. Sé que tengo mucha suerte, hay gente en mi situación que nunca llega a conseguirlo y de verdad que me duele en el alma. Les mando toda la fuerza del mundo.
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