La palabra ‘infertilidad’ no es nueva, ni para los que formamos IVI ni para vosotros, los pacientes. Pero estamos acostumbrados a hablar de casos en los que se busca el embarazo y no llega. ¿Y qué pasa con aquellas parejas que, tras un embarazo natural, buscan el segundo y no lo consiguen? Se trata de lo que conocemos como ‘infertilidad secundaria’ y en este post le hemos pedido a la doctora Elena Labarta, ginecóloga en IVI Valencia, que nos hable sobre ella, sus causas y cómo podemos detectarla.
¿Qué es la infertilidad secundaria?
Hablamos de infertilidad secundaria cuando no se logra el embarazo o se sufren abortos después de haber llevado, al menos, una gestación a término. Al igual que sucede en el caso de la infertilidad primaria, el tiempo aproximado para sospechar que puede existir un problema para lograr el embarazo es tras 12 meses de relaciones continuadas sin protección. Como sabréis, este plazo se reduce a 6 meses en aquellos casos de mujeres que tienen más de 35 años. Si pasado este tiempo los intentos no han dado resultado, es momento de consultar con un especialista y no esperar más. La infertilidad secundaria femenina suele ir asociada principalmente a la edad, ya que el paso del tiempo afecta de forma directa y acusada al potencial reproductivo de la mujer. Sin embargo, también puede ser debida a otros factores como endometriosis o desajustes hormonales, entre otros. A partir de los 35 años la calidad y cantidad de los óvulos desciende drásticamente y a partir de los 38 existe un aumento de las posibilidades de alteraciones cromosómicas en los embriones. Si, además, en algunos casos, se une la edad a alguna de las patologías previamente mencionadas, nos encontramos un caso más complejo.
La infertilidad de origen masculino
Cuando hablamos de una pareja heterosexual, la causa de infertilidad y, por tanto, la imposibilidad de lograr la gestación puede tener su origen en el factor masculino. En los hombres es importante prestar atención a ciertos cambios en el estilo de vida o en la salud en general. Además, el diagnóstico de una enfermedad o patología puede influir en un descenso en la cantidad o calidad seminal, con lo que las posibilidades de lograr la gestación se verían afectadas en consecuencia.
Por todo esto que he mencionado es fundamental tener en cuenta y ser conscientes de todos estos factores a la hora de realizar la planificación familiar. Querer esperar a tener hijos presentando una edad por encima de los 30 puede implicar que vayan apareciendo complicaciones en el proceso y, por tanto, la necesidad de acudir a la medicina reproductiva para lograr un embarazo tras varios intentos fallidos por métodos naturales. Por esta razón, siempre recomendamos la opción de vitrificar los ovocitos, una alternativa que, en el caso de la mujer, ofrece la posibilidad de decidir sin la presión del tiempo sobre la fertilidad femenina.
Causas de la infertilidad secundaria
Al igual que ocurre en la infertilidad primaria, en los casos en los que no se logra un nuevo embarazo, las causas pueden radicar en la mujer, en el hombre o en ambos.
Causas de la infertilidad femenina:
- Endometriosis
- Desajustes hormonales
- Problemas vaginales o uterinos
- Enfermedades genéticas
- Otros problemas de salud que afectan a la fertilidad, como sobrepeso o bajo peso
- Hábitos nocivos que afectan a la salud y la fertilidad, como el consumo de alcohol o tabaco
Causas de la infertilidad masculina:
- Descenso en la calidad o cantidad del semen
- Aparición de patologías de afectan al aparato reproductor masculino
- Alteraciones del tracto genital
- Sobrepeso
- Hábitos nocivos que afectan a la salud y la fertilidad, como el consumo de alcohol o tabaco
Pero, como hemos adelantado antes, la principal causa que provoca la infertilidad secundaria en la mujer es la edad. Y es que, como sabes, en los últimos años estamos viendo cómo se retrasa el momento de ser madre. Si tenemos en cuenta que, ahora, hablamos de concebir un segundo hijo, la edad en la que esto sucede es aún más tardía.
¿Cuándo pedir ayuda en una clínica de reproducción asistida?
Existe la convicción de que las mujeres y parejas que han tenido su primer hijo sin ningún problema y de forma natural pueden esperar que ocurra lo mismo con el segundo. En ocasiones no es así, y este hecho puede conllevar un gran sufrimiento y estrés. La infertilidad secundaria tiene, por tanto, un gran impacto a nivel emocional. Por ello, en todas nuestras clínicas contamos con una Unidad de Apoyo Emocional para acompañar a nuestros pacientes durante sus procesos y ayudarles de la mejor manera a gestionar sus sentimientos y emociones.
Pruebas para diagnosticar infertilidad secundaria
En los últimos tiempos ha aumentado el número de casos que vemos en las consultas de nuestras clínicas IVI que, tras tener un hijo de forma natural, el segundo no llega. Si este es tu caso, debes consultar con un especialista. Estudiaremos tu caso y te realizaremos una serie de pruebas que ayuden a confirmar que, efectivamente, se está ante un problema de infertilidad secundaria. En este caso, las pruebas diagnósticas son las mismas que para los casos de infertilidad primaria. En IVI estas pruebas incluyen historia clínica y examen físico completo, para los dos miembros de la pareja. Para la mujer, pruebas básicas como el estudio hormonal basal, la ecografía y la histerosalpingografía. En el caso del hombre se realizará una valoración de la calidad del semen, mediante seminograma o espermiograma. El especialista que lleve vuestro caso valorará la necesidad de realizar alguna otra prueba complementaria para el diagnóstico de la infertilidad secundaria.
En IVI podemos ayudarte
Además de la realización de las pruebas diagnósticas que acabamos de explicar, en IVI contamos con diversas unidades específicas en las que podrán tratar tu caso en profundidad. Y, como expertos en reproducción asistida, contamos con un amplio abanico de tratamientos y técnicas para que logres tu sueño de ampliar la familia.
Es el caso de Ana Fernández, paciente de IVI, diagnosticada de infertilidad secundaria y que compartió su historia en el primer episodio de El Podcast de IVI con Nuria Roca. “Yo tuve a mi primera hija a los 35 años, relativamente sencillo y sin ningún problema. Decidí darme un tiempo para tener el segundo, pero cuando lo intenté me di cuenta de que no había forma. Pasaban los años y decidí ponerme en manos de especialistas, porque el tiempo se me iba”. Escucha aquí el relato completo de Ana, hablando sobre lo que supone asumir que tienes infertilidad cuando decides buscar un segundo embarazo, tras conseguir el primero de forma natural:
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