Cuando una persona o pareja decide iniciar un tratamiento de reproducción asistida (RA), suele centrarse en las pruebas médicas, los pasos, las tasas de éxito y las diferentes técnicas disponibles. Pero hay un aspecto fundamental que a menudo se deja en segundo plano y que puede tener un impacto directo en el éxito del tratamiento: la alimentación.
Cada vez más investigaciones confirman que el estado nutricional previo y durante un tratamiento de fertilidad puede influir en la calidad de los gametos (óvulos y espermatozoides), la receptividad del endometrio, la implantación embrionaria y la evolución del embarazo. La nutrición fértil no sustituye la medicina reproductiva, pero sí la potencia.
En este artículo descubrirás cómo puedes preparar tu cuerpo para un tratamiento de de reproducción asistida desde la nutrición, con la colaboración de la Dra. Elena Labarta, ginecóloga de IVI Valencia, y Laura Jorge, nutricionista y directora del centro de Nutrición y Psicología Laura Jorge.
¿Por qué la nutrición es tan importante en reproducción asistida?
Los tratamientos de reproducción asistida (como la fecundación in vitro o la inseminación artificial) requieren de un buen estado de salud del organismo. Por eso, es fundamental ofrecerle al cuerpo los nutrientes necesarios para que responda de forma óptima.
En mujeres: equilibrio hormonal y salud ovocitaria
Una alimentación adecuada puede ayudar a:
- Mejorar la calidad de los óvulos
- Regular los ciclos menstruales y la ovulación
- Favorecer un endometrio receptivo para la implantación
- Reducir la inflamación y el estrés oxidativo, que interfieren en la fertilidad
En hombres: salud espermática y protección celular
La fertilidad masculina también se ve beneficiada por una nutrición adecuada:
- Aumenta la concentración, movilidad y morfología de los espermatozoides
- Protege el ADN espermático frente al daño oxidativo
- Mejora la función testicular y hormonal
Una dieta bien diseñada puede contribuir a crear un entorno más favorable para la concepción y el desarrollo embrionario.
¿Cómo debe ser la alimentación previa al tratamiento de reproducción asistida?
Lo ideal es comenzar a trabajar la nutrición antes del inicio del tratamiento. Ese es el tiempo que tarda un óvulo o un espermatozoide en madurar completamente.
Objetivos principales del plan nutricional previo:
- Regular el equilibrio hormonal
- Mejorar la salud ovárica y testicular
- Fortalecer la microbiota intestinal y vaginal
- Optimizar el metabolismo y la sensibilidad a la insulina
- Combatir el estrés oxidativo que puede afectar la calidad celular, de ovocitos y esperma
Antes de empezar, se recomienda una evaluación nutricional completa, que incluya analíticas, historial clínico y revisión de hábitos. No se trata de seguir una dieta genérica, sino de diseñar un plan adaptado a tu cuerpo y situación.
Nutrientes esenciales para mejorar la fertilidad
Algunos nutrientes tienen una relación directa con la salud reproductiva y el éxito de los tratamientos de infertilidad:
Ácido fólico activado y vitaminas del grupo B
Fundamentales para la ovulación, la síntesis de ADN y la implantación. También ayudan en procesos de metilación y detoxificación. Algunos de los alimentos más ricos en ácido fólico son: semillas de sésamo, yema de huevo, vegetales de hoja verde, guisantes, nueces y carne de ave.
Zinc
Mejora la maduración ovocitaria y espermática, al tiempo que regula la producción hormonal. Influye mucho en la salud del futuro bebé. Alimentos: mariscos, quesos y carnes, por ejemplo.
Omega-3 (principalmente tipo DHA)
Reduce la inflamación, mejora la calidad folicular y favorece un endometrio receptivo. Además, diversos estudios demuestran que el omega-3 favorece también a la salud del futuro bebé. Otras investigaciones realizadas en pacientes de FIV concluyen que el consumo de omega-3 se relaciona con mayor éxito en la implantación.
Coenzima Q10
Potente antioxidante que protege las células reproductivas y mejora la energía mitocondrial.
Hierro
Esencial para la oxigenación celular, la implantación y el desarrollo embrionario temprano.
Además, a nivel general, algunos de los alimentos que deben formar parte de una dieta equilibrada son:
- Proteínas de calidad (pescado, huevo, legumbres), que ayudan en la construcción de tejidos y hormonas
- Hidratos de carbono complejos (cereales integrales, legumbres, patata, boniato), ya que regulan la glucosa e insulina
- Grasas saludables (aceite de oliva virgen extra, aguacate, frutos secos al natural) son clave para la función hormonal
- Vitaminas y minerales (frutas y verduras) que ayudan a activar y regular los procesos bioquímicos corporales. Protegen y mantienen funciones vitales, pero también la fertilidad. Tienen una labor antioxidante que frena el envejecimiento de las células, con gran beneficio para óvulos y espermatozoides
Hábitos que favorecen tu fertilidad
Además de la alimentación, podemos ayudar a nuestra salud reproductiva con buenos hábitos de sueño, ya que el buen descanso es beneficioso. Por otro lado, el ejercicio también incide positivamente. Ambos hábitos son beneficiosos para la fertilidad y el equilibrio hormonal.
¿Qué alimentos y hábitos perjudican la fertilidad?
Así como algunos alimentos ayudan, otros pueden interferir negativamente en la fertilidad, especialmente la femenina. Evitarlos o reducirlos es parte esencial del enfoque nutricional:
Azúcar refinado y productos ultraprocesados
Generan picos de insulina, alteran la microbiota y aumentan la inflamación.
Exceso de edulcorantes
En especial el E-950 y el E-951, ya que se ha visto que podrían afectar a la función ovárica.
Grasas trans
Presentes en bollería industrial, snacks y comidas rápidas. Se relacionan con un empeoramiento de la fertilidad.
Exceso de cafeína y alcohol
Pueden dificultar la implantación y afectar la calidad de óvulos y esperma.
Tabaco
Fumar tabaco o incluso vappers es altamente tóxico para el aparato reproductor masculino y femenino.
Disruptores endocrinos
Sustancias presentes en plásticos, pesticidas y cosméticos que alteran el sistema hormonal.
Adoptar un estilo de vida más natural, basado en alimentos reales y prácticas conscientes, suma a favor de tu fertilidad. Si estás iniciando un tratamiento de reproducción asistida, piensa en tu nutrición como una parte activa del proceso. Lo que comes puede ayudarte a mejorar la calidad de los gametos, preparar tu cuerpo para la implantación y mantener el embarazo de forma saludable.
No se trata de buscar una dieta perfecta, sino de construir un entorno fértil desde lo cotidiano. Para ello, busca el asesoramiento profesional de un especialista en nutrición. Un plan personalizado, ajustado a tu situación y etapa del tratamiento, puede marcar la diferencia.
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