Hoy en día muchas de vosotras (si no la gran mayoría) estaréis familiarizadas con el término “vitrificación”, o segunda revolución femenina, como algunos denominan a este importante avance científico.
Y es que después de la píldora anticonceptiva, la vitrificación de ovocitos ha permitido a la mujer hacerse con un derecho necesario y reclamado históricamente: la libertad para decidir.
Cuándo y cómo ser madre es una opción que actualmente toda mujer tiene a su propio criterio y elección. Esta realidad, hace 20 años más utópica que factible, la ha hecho posible la ya mencionada técnica de la vitrificación. Su éxito ha marcado el porvenir del ámbito de la reproducción asistida y hoy tenemos el placer de compartir con vosotros algo que nos hace especial ilusión:
Un trabajo pionero a nivel mundial sobre vitrificación, liderado por una de nuestras especialistas, la Dra. Ana Cobo, ha sido reconocido por la Sociedad Americana para la Medicina Reproductiva (ASRM, por sus siglas en inglés) como uno de los 25 mejores en los 75 años de trayectoria de esta sociedad, una de las más importantes del mundo.
La Dra. Cobo es la directora de la Unidad de Criobiología de IVI Valencia, y por muchos colegas de profesión conocida como “madre de la vitrificación”, debido a sus relevantes hallazgos respecto a esta técnica.
Vitrificación: una revolución para la mujer
La vitrificación ha ido evolucionando y con ella los resultados alcanzados, que hoy en día son tan esperanzadores como para que la preservación de los óvulos de las mujeres se perfile como una alternativa en auge con gran eficacia en su posterior uso en tratamientos reproductivos.
El trabajo reconocido por la ASRM, titulado “Comparison of concomitant outcome achieved with fresh and cryopreserved donor oocytes vitrified by the Cryotop method”, potenció hace poco más de una década el uso generalizado de la vitrificación de óvulos en la práctica clínica diaria, convirtiéndose así en un estudio pionero en el mundo respecto a la aplicación clínica del método.
“Cogimos ovocitos de la misma donante, vitrificamos la mitad y los descongelamos después de una hora, mientras que la otra mitad de ovocitos permanecieron en la incubadora. Una vez desvitrificados los ovocitos, los fecundamos junto a los frescos, con el mismo semen y en el mismo momento. Esto nos permitió evaluar el desarrollo de los embriones generados de ovocitos vitrificados y frescos en las mismas condiciones, comparando tasas de fecundación, de división temprana y de desarrollo a blastocisto. Y fue grata la sorpresa al comprobar que los resultados obtenidos fueron similares en cuanto a estos 3 parámetros, lo cual nos impulsó a empezar a vitrificar ovocitos de donantes, ya que sabíamos que iban a sobrevivir y que los embriones resultantes tenían el mismo potencial de implantar y dar lugar a gestaciones evolutivas que los embriones provenientes de ovocitos en fresco”, explica la Dra. Cobo.
Gracias a esta investigación pudo demostrarse la posibilidad de obtener embriones viables con ovocitos vitrificados, método que han replicado en años posteriores cientos de centros y profesionales del ámbito.
“Esto ha significado que hoy en día dispongamos de programas de criopreservación consistentes y eficientes del que muchas pacientes pueden beneficiarse, con indicaciones muy diferentes: pacientes en tratamiento reproductivo con baja respuesta ovárica, como alternativa para evitar el riesgo de hiperestimulación ovárica, mujeres que deciden preservar su fertilidad, ya sea por motivos médicos, oncológicos o por propia elección, e incluso pacientes con endometriosis, enfermedad que puede comprometer su fertilidad futura, en las que hemos demostrado recientemente los alentadores resultados de la vitrificación de ovocitos”, añade la Dra. Cobo.
Una técnica muy usada en programas de donación
La conservación de ovocitos en bancos es hoy un procedimiento estándar en programas de donación, proceso que se mejora constantemente y que ha permitido reducir en gran medida, e incluso eliminar en algunos casos, las largas listas de espera.
Así y con todo, aunque esta técnica y su eficiencia dibujan un panorama muy optimista para la maternidad, hay factores limitantes que no debemos perder de vista, como la edad y la cantidad de ovocitos.
“Lo cierto es que, actualmente, la criopreservación de gametos femeninos es una parte esencial de la reproducción asistida, dadas las altas tasas de éxito alcanzadas gracias a la optimización de esta técnica, pero es importante incentivar a las mujeres y concienciarlas de la necesidad de vitrificar sus óvulos antes de los 35 años, ya que a partir de esta edad su fertilidad empieza a mermar y con ella las posibilidades de éxito reproductivo”, apunta la Dra. Cobo.
Esta mención premia el trabajo incansable de un equipo multidisciplinar de especialistas que investigan para alcanzar los mejores resultados para cumplir el deseo de todas las mujeres y parejas de ser padres.
“Estar entre los 25 mejores trabajos de la ASRM es un honor para mí, un hito, y una satisfacción enorme, no solo a nivel personal, sino también por el trabajo realizado por el equipo de profesionales de alto nivel con el que contamos. La dedicación de cada uno de ellos y su implicación con los pacientes, así como la incesante labor investigadora que realizan nos permite aplicar a gran escala hallazgos como este, algo básico para la validación de cualquier técnica y cualquier estrategia a nivel clínico”, concluye la Dra. Cobo.
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