Una de las líneas de investigación que más avances está logrando en la actualidad es la réplica en el laboratorio de órganos o estructuras tridimensionales a partir de células.
Se trata de una auténtica revolución en investigación biomédica, ofreciendo modelos preclínicos más precisos que los animales o las líneas celulares bidimensionales.
Uno de los estudios que ha presentado IVI en el 81º congreso de la ASRM muestra los avances que estas investigaciones pueden aportar a la medicina reproductiva.
¿Qué son los organoides?
Los organoides son estructuras tridimensionales que se cultivan en laboratorio a partir de células, imitando la forma y la función de los tejidos y órganos que replican.
La principal ventaja de emplear este procedimiento es que permite estudiar de manera más precisa los órganos, en concreto, su respuesta a determinadas drogas o medicamentos. Esto tiene un impacto muy positivo en la búsqueda de soluciones terapéuticas más eficientes y personalizadas.
Aplicada a la medicina reproductiva, esta línea de investigación amplía las posibilidades de personalizar los tratamientos en función de cada diagnóstico.
En el congreso de la ASRM se han presentado dos estudios por parte de IVI que exploran este campo de investigación.
Ambos pueden mejorar el diagnóstico de mujeres con problemas reproductivos derivados de daño ovárico o mala calidad endometrial, ya sea a nivel fisiológico o por patologías previas como cáncer o el síndrome de Asherman. Esta es una condición en la que se observan adherencias en el útero, formadas a partir de tejido cicatricial, lo que complica el embarazo.
Avances para reparar el daño ovárico en pacientes oncológicas
En primer lugar, el póster científico “Derivation of human ovarian organoids from cryopreserved cortex tissue: a step forward in reproductive bioengineering”, presenta la creación de organoides ováricos humanos a partir de tejido ovárico criopreservado.
Este fue donado para la investigación por pacientes con cáncer no ginecológico, que preservaron su fertilidad antes del tratamiento, pero luego decidieron no usar el tejido.
Estos organoides imitan la forma y la función del ovario humano. La Dra. Irene Cervelló, investigadora principal del grupo de “Células Madre y Bioingeniería Uterina” de la Fundación IVI y el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe de Valencia, explica qué supone este hallazgo: “Este avance supone una innovación clave en bioingeniería ovárica, ya que a partir de organoides epiteliales ováricos sanos extraídos de corteza ovárica humana criopreservada se generarían modelos ováricos funcionales para estudiar su fisiología, evaluar la toxicidad de fármacos y desarrollar terapias individualizadas para muchas mujeres”.
En otras palabras, este estudio podría ayudar a mujeres que han sufrido daño ovárico previo, como consecuencia de tratamientos oncológicos, por ejemplo. Para ellas, se podría avanzar en la personalización de terapias regenerativas y soluciones enfocadas a su salud reproductiva.
La regeneración uterina
Otro trabajo expuesto es una presentación titulada “Human endometrial organoids and hybrid extracellular matrix hydrogels: a novel bioengineering strategy for uterine regeneration in preclinical models”.
En este caso, la línea de investigación aborda cuestiones relacionadas con el endometrio, fundamentales para el normal desarrollo del embarazo. Para ello se utilizaron organoides endometriales y se creó un hidrogel mezclando tejido endometrial porcino descelularizado con PuraMatrix. Los organoides fueron embebidos en este hidrogel e inyectados en úteros dañados de ratonas. A continuación, se analizaron parámetros como:
- la estructura del endometrio
- la regeneración de glándulas
- la vascularización
- la fibrosis
- diferentes marcadores moleculares.
Los resultados fueron concluyentes. Se observó un mayor espesor endometrial y un aumento en el número de glándulas similares al tejido sano.
También se apunta a una mayor formación de vasos, una menor fibrosis comparada con grupos sin células, y la reducción significativa de la muerte celular relacionada con el estrés oxidativo.
A nivel molecular, el tejido tratado muestra una expresión génica más parecida al endometrio sano, con activación de rutas relacionadas con regeneración y disminución de procesos fibróticos.
La Dra. Cervelló resume así los avances que refleja esta línea de investigación: “La combinación de organoides humanos y un hidrogel híbrido promueve una regeneración efectiva del endometrio en modelos de daño severo, tanto a nivel estructural como molecular. Esta estrategia de bioingeniería ofrecería un modelo eficaz para reparar tejidos uterinos dañados y restaurar su funcionalidad en causas comunes de la infertilidad femenina, lo cual es muy esperanzador”.
Estos avances pueden contribuir a desarrollar nuevos tratamientos para patologías como el síndrome de Asherman, el endometrio fino o la atrofia endometrial.
Conclusiones
IVI vuelve a mostrar que la investigación es uno de los pilares de su actividad. En el congreso de la ASRM estamos presentes con 20 trabajos.
En todos ellos, la personalización de los tratamientos se perfila como uno de los grandes objetivos, para seguir ofreciendo a nuestras pacientes soluciones más precisas.