Nuevas familias: ¿Un padre y una madre?, ¿un padre o dos?, ¿dos madres?, ¿una madre, dos o tres?, ¿dos padres? ¿De qué hablamos cuando nos referimos a los nuevos modelos de familias? ¿Del género?, ¿de lo vincular?, ¿de los social?, ¿de lo genético?…La calidad de la familia importa más que su composición o la orientación social de los padres. Los tiempos cambian y los seres humanos tenemos la increíble capacidad de adaptarnos a ellos, de evolucionar. Los distintos modelos de familia nos ayudan a entender que no existe una fórmula única para alcanzar la felicidad.
La familia tradicional ya no es la única que existe. Ésta es una realidad social incuestionable. Los nuevos modelos de familia son el espejo de una sociedad distinta y su perfil está cambiando gracias, entre otros motivos, a las posibilidades que ofrece la Reproducción Asistida a las mujeres y a las parejas que sueñan con tener un hijo y no pueden lograrlo de forma natural.
Todos los tipos de familia son válidos y merecen respeto y protección. Debemos ser los padres, los abuelos, los tíos, los padrinos, los que transmitamos a los niños la normalidad y el valor de la diversidad, sin adoctrinarles en nuestras propias creencias, ayudándoles a analizar la realidad social y a contrastar todos los puntos de vista. Al fin y al cabo se trata de proteger lo que siempre ha sido y será la familia, independientemente del modelo que nos toque vivir: un pilar fundamental para todos y un lugar privilegiado para la educación, la protección y la seguridad.
Es necesario favorecer la inclusión social desde la infancia, trabajar desde el ámbito educativo para normalizar la existencia de todos los modelos de familia. Nuestro compromiso individual tiene que ser dar visibilidad a todos los tipos familiares para que estén igualmente representados en nuestra sociedad, en los materiales educativos, en el ámbito administrativo, en los medios de comunicación.
Nuevas familias, más diversidad
El actual esquema familiar es mucho más diverso y ya no tiene por qué pasar por la vicaría. La consolidación de las distintas formas de hogar es un signo de nuestro tiempo. Hablar de familia hoy es hablar de diversidad y la participación de los padres en la educación de los hijos, más allá de su situación familiar, debe ser considerada esencial y fundamental, ya que son ellos, somos nosotros, los que ponemos la primera piedra de este importante edificio que marcará el futuro de cada ser humano.
Esta diversidad ha favorecido la creación de familias multiculturales, impulsadas por el cambio de un pensamiento tradicional a otro más abierto, gestado por el mayor conocimiento de otras culturas o el incremento de la inmigración. Y estos vertiginosos cambios no son fáciles de aceptar por todas las personas, ya que necesitan un tiempo para desmontar los esquemas que para ellas han funcionado hasta el día de hoy.
Las familias actuales son como grandes puzles compuestos por maravillosas y múltiples piezas con distintas caras y emociones, con diferentes edades, de distintos padres-madres, con pautas educativas, alimentarias y creencias religiosas que pueden ser distintas y, supuestamente también, con una logística diferente a la de una familia tradicional. Diferentes, pero familias. Por eso, todos deberíamos poder elegir el tipo de familia que queremos formar. ¡Feliz Día de la Diversidad Familiar!
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