La disciplina de la bioingeniería está rompiendo moldes en los últimos tiempos y se asienta, cada vez más, como una opción importante y casi fundamental para ofrecer a través de la medicina regenerativa una cura a pacientes con problemas en uno o varios de sus órganos. Más concretamente, y en lo que a la medicina reproductiva se refiere, esta disciplina se perfila como una vía muy prometedora.
Es en esta línea en la que se materializa el estudio liderado por compañeros de la Fundación IVI y titulado “Tissue-specific decellularized endometrial substratum mimicking different physiological conditions influences in vitro embryo development in a rabbit model”.
Se trata de un trabajo publicado en la prestigiosa revista Acta Biomaterialia, una publicación de Bioingeniería con un gran índice de impacto –más de un 6-, y que podría sentar las bases para la mejora en las tasas de éxito de los tratamientos reproductivos.
¿Y cómo sería esto posible? La Dra. Irene Cervelló, experta en el área de Células madre y Bioingeniería de la Fundación IVI, y directora de la tesis doctoral que integra este trabajo explica que “la investigación se basa en una técnica muy novedosa, consistente en crear un hidrogel a partir de un endometrio al que le hemos quitado todas las células, es decir, su material genético. Posteriormente, ya hecho el gel, hemos estudiado las aplicaciones que puede tener tanto in vitro –estudio ya publicado- como in vivo –estudio en curso- “.
El hidrogel obtenido se ha utilizado para recubrir las placas de cultivo sobre las que tiene lugar el desarrollo de los embriones hasta el estadio de blastocisto en el interior de los incubadores. Así, se consigue crear un ambiente más cómodo para los embriones, colocados sobre las proteínas de la matriz extracelular del endometrio, algo que les resulta mucho más confortable que descansar directamente sobre el plástico de las placas de cultivo que utilizamos a día de hoy en los laboratorios.
“Efectivamente, después de 3 años de investigación y como podíamos suponer, los embriones que crecen con el soporte que nosotros hemos creado evolucionan y se desarrollan favorablemente, exactamente igual que los embriones in vitro en sus condiciones estándar más adecuadas. Futuramente esperamos poder optimizar esta técnica añadiendo al hidrogel vitaminas u hormonas que nos permitan mejorar la evolución embrionaria, es decir, la calidad a la que llegan los embriones, así como la capacidad de desarrollo de estos embriones”, añade la Dra. Cervelló.
El trabajo, que ha contado con la colaboración de la Universitat Politécnica de València (UPV), aún en una fase inicial, por lo que hasta el momento se ha llevado a cabo en conejos. No obstante, y, en definitiva, aunque aún queda camino por hacer, este hidrogel que simula el endometrio podría mejorar el desarrollo del embrión con nuevas técnicas de cultivo in vitro sobre soportes naturales redundando, en última instancia, en una mejora en las tasas de éxito de los tratamientos de reproducción asistida.
Un halo de esperanza para mujeres con daños endometriales
Si hasta la fecha se han analizado las aplicaciones in vitro de la bioingeniería, el presente viene definido por el estudio de este hidrogel in vivo.
El equipo liderado por la Dra. Cervelló se enfocará próximamente en analizar las aplicaciones de este hidrogel dentro del útero para regenerar el endometrio en pacientes con problemas en este órgano. Así harían posible algo que los tratamientos reproductivos actuales no pueden hacer.
Acerca del índice de impacto
“¿A qué hace referencia el índice de impacto?”, os preguntaréis algun@s. Pues bien: El índice de impacto ayuda a conocer la repercusión de una revista científica dentro de la comunidad científica. Es una herramienta que se utiliza para medir, comparar y evaluar la relevancia de las publicaciones de un mismo ámbito científico.
¿Cómo se calcula? Su medición viene dada por el número de veces que los artículos publicados en una revista son citados de media. Por ejemplo, el índice de impacto de una revista en 2018 vendría definido por el número de veces que los artículos que se publicaron en ella en 2016 y 2017 fueron citados durante 2018.
“Para hacernos una idea, dos prestigiosas revistas en el campo de la reproducción asistida como son Fertility & Sterility o Human Reproduction cuentan con un índice de impacto de 4,8 y 5, respectivamente (sujeto a oscilaciones entre años). Y, en este caso, la revista Acta Biomaterialia tiene un índice de impacto superior a 6; de ahí la importancia de haber conseguido la publicación de nuestro trabajo en un medio con gran peso científico como éste, mayor incluso que el alcanzado por las revistas más importantes de reproducción asistida”, concluye la Dra. Cervelló.
1 comentario
Muy interesante dicha investigación.
Tienen experiencia en plasma rico en plaquetas?