Existen multitud de factores que pueden influir en la capacidad de quedarse embarazada. Aunque la edad suele ser la causa más común, investigadores han identificado otros factores que podrían estar causando estos problemas, aunque también son mucho más fáciles de evitar.
Un ejemplo de los más sorprendentes en este sentido viene de la mano de una investigación de la revista Fertility and Sterility encontró que mujeres de peso normal que se ejercitaban vigorosamente cinco o más horas a la semana eran 42% menos propensas a concebir cada mes que las que llevaban una vida más sedentaria. La explicación científica es que el ejercicio intenso puede ser disruptivo para las hormonas e interferir con la ovulación, dice el doctor Joseph A. Hill, presidente y CEO de Fertility Centers of New England. Este estudio concluía con que el grupo con las mejores posibilidades para embarazarse eran las que se ejercitaban moderadamente con caminatas como actividad física.
Otro de los recientes descubrimientos sobre elementos que pueden afectar a la fertilidad femenina es que, además de los reconocidos beneficios del ácido fólico en mujeres que están intentando quedarse embarazadas, la vitamina D es también fundamental en estos casos. Esta vitamina ha resultado ser importante en asuntos de fertilidad porque puede afectar la calidad de los huevos y la implantación del embrión. “La mitad de mis pacientes con problemas para embarazarse están deficientes en vitamina D”, observó la doctora Carolyn Givens, directora de investigación médica en el Centro de Fertilidad Pacific en San Francisco.
Para controlar estos niveles, debe pedirse al doctor que lleve el seguimiento de la mujer, que compruebe estos niveles. Si estás deficiente es probable que te recomiende un suplemento.
Existen muchos factores que afectan a la fertilidad femenina, unos más preocupantes que otros, pero siempre es bueno saber qué hábitos de nuestra vida cotidiana puede tener efecto sobre este aspecto y controlar estos pequeños factores.
Imagen| Stephen K. Willi