Hablamos de infertilidad cuando, tras un año de relaciones sexuales sin protección, no se consigue el embarazo. En aquellos casos de mujeres con edades a partir de los 35 años este plazo se reduce a los 6 meses, puesto que a partir de esta edad la fertilidad femenina decae notablemente. Pero la realidad y el mensaje que os queremos transmitir en este Día Mundial de la Infertilidad especialmente en este día es que se puede lograr. Y es que tener dificultades para alcanzar el deseo de maternidad no significa que se tenga que renunciar. Para ello, es fundamental rodearse de un buen equipo de profesionales que te ayuden.
La importancia de un buen diagnóstico
“Ante la sospecha de que algo no funciona cómo debería, llega el momento de consultar a los expertos. Y es que, aunque las causas de infertilidad pueden ser muchas y cada caso es distinto, tener estas dificultades no significa que seamos estériles necesariamente. Las más comunes son la menopausia precoz, la endometriosis, lesiones en las trompas de Falopio, anomalías uterinas o problemas ovulatorios. En el caso de los hombres lo son las alteraciones en el ámbito testicular, obstrucciones de conductos, patologías en la próstata, alteraciones en la eyaculación, erección o semen”, comenta el Dr. Antonio Requena, director médico de IVI.
Soluciones personalizadas para lograr el éxito
El primer paso es encontrar el origen del problema que está impidiendo el embarazo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada seis parejas en el mundo sufre de infertilidad. En el caso de parejas heterosexuales, el 30% de las causas de infertilidad reside en la mujer, otro 30% en el varón y en otro tanto por ciento el origen es desconocido. Ante esto, para que nada te haga renunciar a tu deseo de ser madre, es importante ponerte en manos de los mejores especialistas para un diagnóstico acertado. El segundo paso es optar por tratamientos de reproducción asistida personalizados, porque cada caso es un mundo.
#PuesVaASerQueSí se puede lograr
Ante el problema de infertilidad, queremos quedarnos compartir la voz de las mujeres que insistieron hasta lograrlo. Que no desistieron ante un diagnóstico que reflejaba que el camino iba a ser difícil, casi imposible. Al final lo consiguieron, fruto de la combinación entre valentía, tenacidad y confianza, junto a la innovación científica y el diagnóstico personalizado. Desde IVI, bajo el hashtag #PuesVaASerQueSí hemos lanzado en nuestras redes sociales una campaña para animar a que todas las mujeres que han estado en una situación similar nos cuenten su historia. Porque el mejor aliento para alguien que está recorriendo el camino de la infertilidad son las palabras de alguien que ya ha pasado por lo mismo.
Vicen, mamá a pesar de problemas en la reserva ovárica
La primera paciente de la que os queremos contar su historia es Vicen, madre gracias a IVI. Echa la vista atrás y hace repaso por su camino hasta lograrlo. Su caso empezó con un problema de reserva ovárica y de calidad de los óvulos, cuando tomó la decisión de ser madre. “Durante el proceso para lograr el embarazo, en ocasiones recibes malas noticias y tienes que contar con la fuerza mental para seguir y centrarte en el objetivo. En mi caso, no quedarme con lo negativo y decidir rodearme de los mejores profesionales y confiar en ellos fue lo que me impulsó a seguir intentándolo. Gracias a todo ello, hoy tengo a mi bebé”.
Casos de infertilidad secundaria
Hay otros casos en los que las mejores o parejas se encuentran dificultades para tener un segundo hijo, tras un embarazo natural. La edad suele ser la principal responsable de esta situación. Y es que, como ya hemos comentado, con el paso del tiempo la reserva ovárica se va agotando. A partir de los 35 años este descenso en la fertilidad se va agudizando, haciendo que aparezcan también problemas en la calidad de los ovocitos.
“Cada vez la maternidad se retrasa más e ir a por el segundo bebé puede resultar más complicado. La infertilidad secundaria puede deberse a los mismos problemas que la infertilidad primaria, pero en la mayoría de las ocasiones la edad de la mujer es un factor decisivo, pues provoca un descenso en el número de embriones y su calidad”, añade el Dr. Requena.
Este fue el caso de Rebeca, paciente de IVI con un problema de infertilidad secundaria. “En mi caso quise darle un hermano a mi hijo y, cuando mi pareja y yo nos pusimos a intentarlo, la cosa no fue tan fácil como con el primero. En mi caso encontré en IVI apoyo, conocimiento e innovación. Fue muy importante contemplar todas las alternativas que existen para lograr ser madre. Al final, comprender el problema es parte del proceso y si no hubiese acudido a un profesional, probablemente hoy en día no tendría dos hijos”.
Infertilidad no es sinónimo de no poder ser mamá
En este mes de la fertilidad queremos mandar un mensaje de optimismo a todas las mujeres y parejas que están en busca de su embarazo. Además, durante este mes os ofrecemos en todas nuestras clínicas el Pack Diagnóstico de forma gratuita, para conocer el estado de la fertilidad y cuál es el punto de partida.
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