El virus del papiloma humano (VPH) se encuentra entre las infecciones de transmisión sexual (ITS) y se estima que afecta a un 14% de la población. Según datos del Ministerio de Sanidad, su prevalencia aumenta hasta el 29% en mujeres jóvenes de 18 a 25 años. Pero el VPH puede afectar tanto a mujeres como a hombres y tener consecuencias para la fertilidad de ambos, sobre todo si este convive con la clamidia. En el Día Mundial de la Salud Sexual le hemos pedido al doctor Javier Martínez Guisasola, director de IVI Burgos, que nos hable sobre la relación entre el VPH y la fertilidad.
¿Cómo afecta el VPH a la fertilidad femenina?
Desde que se mantiene el primer contacto sexual todos estamos expuestos al virus de la familia Papillomaviridae, conocido comúnmente como VPH. De este virus existen más de 150 genotipos y puede causar verrugas o lesiones de alto grado. Pero también, en un nivel más grave, puede producir cáncer en el cuello del útero, principalmente debido a sus cepas o serotipos 16 y 18, responsables del 70% de los casos de cáncer de cérvix.
Se estima que en torno al 80% de las mujeres sexualmente activas tienen contacto con, al menos, un subtipo de VPH a lo largo de su vida, aunque en la mayoría de las ocasiones son infecciones temporales que acaban eliminándose de forma espontánea en tiempo variable desde el contagio. No obstante, el VPH puede permanecer inactivo o silente durante un tiempo, que varía en función de cada caso, y manifestarse años después de cuando tuvo lugar el contacto de transmisión.
Si tengo VPH, ¿podré quedarme embarazada?
Muchas mujeres acuden a consulta preocupadas por si esta infección puede afectar a su capacidad para concebir y llevar un embarazo a término, pero cabe aclarar que el VPH no produce infertilidad por sí solo. Algunos estudios sugieren que solamente cuando convive con la clamidia aumenta el riesgo de esterilidad o incluso se ha descrito un mayor riesgo de aborto espontáneo. Lo que sí puede provocar por sí mismo es una mayor dificultad o incluso imposibilidad para implantarse el embrión en el útero debido a secuelas posteriores a los tratamientos quirúrgicos, incluida la extirpación del propio cuello o de todo el útero, o la radioterapia local, todos ellos necesarios para abordarlo en sus manifestaciones más graves.
Cuando el VPH coexiste junto con otra ITS, esta puede derivar en esterilidad de origen tubárico por obstrucción de las trompas. Con esta lesión el transporte de los óvulos desde los ovarios no puede suceder. Por tanto, no habrá ningún óvulo que pueda ser fecundado por el esperma y así formar un embrión.
Además, las embarazadas infectadas de VPH pueden transmitirlo al recién nacido por el canal de parto. Esto podría provocar la aparición de infección respiratoria persistente (papilomatosis orofaríngea), si bien se trata de un evento muy poco probable no es imposible.
¿Cómo afecta el VPH a la fertilidad masculina?
En cuanto a los hombres no existe tantos datos de la prevalencia del VPH en España, pero cifras recientes a nivel europeo, publicadas en The Lancet sostienen que el 31% de los varones sexualmente activos tienen este virus y un 21% está contagiado de VPH de alto riesgo. Además, igual que las mujeres tienen mayor riesgo de sufrir cáncer de cérvix, los hombres tienen mayores posibilidades de desarrollo algún tipo de cáncer, como el de pene, de prepucio, de ano y de garganta, también por la asociación con los serotipos 16 y 18 de este virus.
Por lo que respecta a la fertilidad masculina, el VPH puede provocar baja movilidad espermática, dificultando la libre movilidad de los espermatozoides, afectando directamente a las probabilidades de embarazo. Además, el VPH también puede incidir en la calidad del semen o en la fragmentación de su ADN. Si, además, la pareja femenina también ha sufrido algún tipo de infección similar, las probabilidades de problemas al intentar concebir se multiplican.
¿El VPH se puede prevenir?
A nivel de prevención, teniendo en cuenta que el VPH se puede transmitir, ya sea a nivel oral, vaginal o anal, y aunque el uso del preservativo siempre está indicado para prevenir diferentes ITS, incluido el VPH, existen casos de infección por VPH incluso utilizando preservativo, por lo que lo más efectivo a día de hoy es la vacuna del VPH para ambos sexos. Las mujeres lo tienen más fácil a la hora de la detección temprana mediante la realización de una toma para determinar la presencia o ausencia del VPH y de sus serotipos, como se establece en el cribado nacional el cáncer de cuello de útero, o, como se hacía hasta hace pocos años, mediante una citología para ver si se da algún cambio celular sospechoso y aclarar a qué genotipo o cepa del VPH corresponde para poder tomar las medidas terapéuticas pertinentes y así evitar que tenga un impacto directo en su fertilidad o capacidad de llevar a término un embarazo sin complicaciones.
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