El Test Genético Preimplantacional (PGT, por sus siglas en inglés) detecta alteraciones genéticas y cromosómicas en los embriones antes de su transferencia al útero y previene así la transmisión a la descendencia de enfermedades hereditarias graves y la transferencia de embriones que no podrían dar lugar a un bebé. Existen tres variantes de PGT, según la alteración que se necesite detectar. En este artículo, vamos a hablar de los beneficios y consideraciones del PGT-A, el test genético preimplantacional para detectar aneuploidías.
Beneficios del PGT-A
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Disminución del plazo hasta el embarazo
El PGT permite descartar aquellos embriones que presentan una alteración genética y así transferir solo los de mejor calidad. Por tanto, el tiempo transcurrido hasta tener un bebé en casa es menor, lo que reduce el estrés que muchas pacientes de reproducción asistida aseguran sentir por no saber cuánto tiempo será necesario hasta el embarazo.
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Disminución de tasa de aborto
Un elevado porcentaje de las pérdidas gestacionales ocurren debido a anomalías genéticas de los embriones. De manera convencional seleccionamos los embriones en base a su morfología y evolución, pero no podemos saber si tiene alguna alteración en su ADN. Al analizarlos genéticamente y transferir únicamente los embriones que son cromosómicamente normales, evitamos que los pacientes pasen por este trance innecesariamente, y aumentamos la probabilidad de que nazca un bebé sano.
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Embarazo con gametos propios
La edad materna avanzada es una de las principales causas de alteraciones genéticas en los embriones. El test genético preimplantacional ofrece a mujeres de edad avanzada la posibilidad de ser madres con sus propios gametos, sin tener que recurrir a los óvulos de una donante, y con la tranquilidad de que los embriones transferidos son cromosómicamente normales.
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Biopsia en el estadio más avanzado, el de blastocisto
Gracias a que en IVI disponemos de la última tecnología en nuestros laboratorios, podemos mantener los embriones en cultivo hasta la fase de desarrollo más avanzada, la de blastocisto. Esto ocurre entre los días 5 y 6 tras la punción ovárica. La principal ventaja de hacer la biopsia embrionaria y el análisis genético en este momento es que nos permite extraer un buen número de células del embrión sin comprometer su viabilidad, de manera que el resultado que obtenemos es mucho más concluyente. Además, al tratarse de embriones en una etapa tan avanzada (es cuando están listos para implantar en el útero) sabemos que una vez transferidos a la paciente su viabilidad y probabilidad de dar lugar a un embarazo ofrece mayores garantías.
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Reducción de la medicación
Al necesitar menos ciclos para alcanzar el embarazo, la administración de hormonas y la inversión en medicación se minimizan todo lo posible, sin que las opciones de embarazo se vean por ello afectadas.
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Menor desgaste emocional
Al transferir solo aquellos embriones genéticamente sanos, se evitan transferencias de embriones que no podrían dar lugar a un embarazo o un bebé. Así, nuestras pacientes tienen la seguridad de que cada transferencia cuenta con las máximas probabilidades de éxito, lo que disminuye su estrés y desgaste emocional. Además, IVI pone a su disposición a un equipo de profesionales de la psicología para ofrecerles el mejor asesoramiento y acompañamiento durante todo el proceso.
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Menor coste económico
Si bien el PGT-A es un test que tiene asociado un coste adicional –razón por la cual en IVI ponemos a disposición de nuestros pacientes el pack FIV Genetic–, al detectar cuáles son los embriones genéticamente sanos se evita la transferencia de aquellos que no hubieran podido dar lugar a un embarazo, lo que conlleva un menor coste tanto económico como emocional para nuestros pacientes.
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Mayor información sobre por qué fallaron ciclos anteriores
Muchos de los pacientes que deciden realizarse un test genético han sufrido abortos anteriormente o transferencias de embriones que no llegaron a implantar, pese a que los embriones parecían de buena calidad y se habían desarrollado correctamente. Al disponer de información genética de los embriones, podemos conocer más acerca del posible motivo por el que fallaron los tratamientos anteriores, y nuestros pacientes pueden afrontar el siguiente ciclo de una forma más tranquila y segura.
Consideraciones
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Posibilidad de un ciclo sin transferencia
En la evaluación de rutina de los embriones se tienen en cuenta parámetros externos, como su morfología, o la manera en la que se divide. Al analizarlos genéticamente, conseguimos una información mucho más amplia, y puede ocurrir que embriones con un aspecto perfectamente “sano” resulten genéticamente anormales, por lo tanto, no pueden ser transferidos, por lo que se cancelaría la transferencia. El PGT-A en estos casos nos permite evitar la transferencia de embriones que no van a implantar, que no podrían dar lugar a un bebé sano o que podrían resultar en aborto, reduciendo así el desgaste emocional para los pacientes y facilitando la toma de decisiones en base a un diagnóstico.
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Estrés emocional
Para algunos de nuestros pacientes, la decisión de llevar a cabo un test genético les causa desasosiego e inquietud, pasar por un proceso así implica un considerable estrés emocional. En IVI creemos que, para tomar una decisión como esta, es muy importante disponer de toda la información posible y además contar con el mejor acompañamiento profesional. Por este motivo, nuestros pacientes tienen a su disposición a nuestros especialistas, que les podrán ofrecer asesoramiento genético y psicológico.
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Biopsia embrionaria
Si bien el PGT es un procedimiento invasivo, ya que consiste en la biopsia (extracción) de algunas células del embrión, gracias a las altas capacidades técnicas de nuestros profesionales y al uso de las técnicas más punteras, IVI es capaz de minimizar los riesgos. Además, realizamos la biopsia de los embriones en día 5, cuando ya tenemos la seguridad de que su desarrollo ha sido correcto. El hecho de hacer la biopsia en esta etapa avanzada del desarrollo embrionario nos permite además extraer un mayor número de células, obteniendo resultados más concluyentes
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Vitrificación de los embriones
Mientras se esperan los resultados del PGT, es necesario congelar los embriones hasta conocer cuáles de ellos son cromosómicamente normales y así poder transferirlos en el momento adecuado en un ciclo posterior. La técnica de congelación que utilizamos es la vitrificación, con una tasa de supervivencia del 98 %, por lo que no comprometemos la viabilidad de nuestros embriones al criopreservarlos a la espera del informe genético.
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Fiabilidad de los resultados
Actualmente, ningún test preimplantacional ofrece una seguridad al 100 % en la detección de alteraciones cromosómicas y genéticas. No obstante, el PGT ofrece las más altas tasas de fiabilidad de los resultados, que actualmente se sitúan en un 99 %, lo que lo convierte en la mejor alternativa para asegurar que el bebé nacerá sin enfermedades genéticas.
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