No, por suerte la medicina reproductiva ha dejado ser un tema tabú. Hoy en día son cada vez más las mujeres y parejas que acuden a estas técnicas y tratamientos para cumplir su deseo reproductivo. Unos pacientes que, además, comparten con mayor normalidad que se han sometido a la reproducción asistida y si han enfrentado complicaciones para concebir. Además, comentamos con la doctora Clara Colomé, directora de IVI Mallorca, y con Mar Moranta, paciente de la misma clínica, este escenario observado gracias al estudio de maternidad y fertilidad realizada por IVI en España, en colaboración con GFK.
Naturalizar la Reproducción Asistida
“La infertilidad es una enfermedad y está reconocida como tal por la OMS. La sociedad es cada vez más consciente de las limitadas capacidades reproductivas del ser humano, el ser vivo más infértil que existe, por lo que esta realidad se va asumiendo con mayor normalidad con el paso de los años. Hemos hecho un importante camino, y aún queda mucho por recorrer en materia de información. Iniciativas como esta nos ayudan a poner nombre a los problemas para poder afrontarlos en las mejores condiciones”, explica la Dra. Colomé.
En una sociedad en la que cada vez se pospone más el momento en que tener hijos es inevitable que a nuestro alrededor haya alguien que ha concebido por medio de la reproducción asistida. En este sentido, el 79% de las participantes en la encuesta admite conocer a alguien en su entorno con dificultades para tener un hijo, sobre todo amigos cercanos. “Estas cifras ponen de manifiesto una progresiva apertura y naturalización de la conversación social respecto a la infertilidad. Hemos hecho un importante camino, y aún queda mucho por recorrer en materia de información. Iniciativas como esta nos ayudan a poner nombre a los problemas para poder afrontarlos en las mejores condiciones”, añade la Dra. Colomé.
Es el caso de Mar, nuestra paciente, que además nos cuenta que “mi hija tiene el mismo número de amigos, incluso más, que han sido concebidos por Reproducción Asistida que en casa. Y esto se habla con mayor naturalidad cuando una persona del grupo de amigos empieza a comentar el tema”.
¿Y si el momento fue ayer?
“Nos han vendido que las mujeres tenemos que llegar a todas partes. Trabajo, pareja, viajes… pero el tiempo no se para, y nuestros ovarios siguen su reloj cronológico sin poder evitarlo. Es entonces cuando tenemos que explicar a una mujer de 38-40 años, ajena a la realidad de su fertilidad, que ha decidido que ‘su’ momento es ahora, pero que el momento de sus ovarios era ayer. A pesar de que esté estupenda, haga deporte, no fume y no beba, ante su incredulidad y desconocimiento, debes hacerle entender que esta caída en la cantidad y calidad de sus óvulos viene inherente a la edad y al paso del tiempo, y que no hay manera de frenarlo’, explica la Dra. Clara Colomé.
La realidad en nuestra sociedad es que la mujer tiene el control en lo que concierne a su fertilidad, igual que en otras áreas de su vida. Se tiene la libertad y autonomía de decidir si ser madre o no, cómo y cuándo hacerlo. Pero también es más consciente de que todas las demandas de su vida actual pueden llevarle a un tratamiento de reproducción para poder ser madre, algo cada vez más natural.
“La realidad está clara: las mujeres son madres a una edad cada vez más tardía. En España, actualmente, la edad media para tener el primer hijo ya supera los 32 años. Y aquí es donde cobra sentido nuestra actividad, pues una vez les recibimos en consulta haremos todo lo posible para ofrecerles las mejores opciones en su camino hacia la maternidad”, añade la Dra. Colomé.
De nuevo recurrimos al testimonio de Mar para reflejar esta realidad. No es su caso, pero sí lo ve en sus amigas, que se preocuparon por su fertilidad a raíz de que ella tuviera que acudir a nuestra clínica para poder ser mamá: “mis amigas han hecho carreras universitarias largas, dos o tres masters, y cuando han tenido un trabajo estable es cuando han empezado a dar importancia a conocer cómo estaba su fertilidad”.
Mayor nivel de concienciación en algunos colectivos
A pesar de esta naturalización que estamos comentando, hay una realidad observada gracias a este estudio, sobre el conocimiento concreto sobre la fertilidad femenina y las técnicas de reproducción. Podemos concluir que existe un grado de información medio-bajo, que va de un 25 a un 60%. ¿El denominador común en todos estos casos que acaban en consulta? La desinformación.
De los principales problemas reproductivos planteados en la encuesta, el más conocido es el Síndrome de Ovarios Poliquísticos (60%). Los que menos serían la infertilidad secundaria y el fallo ovárico prematuro (30%). Otros problemas, como la edad materno-avanzada o la endometriosis, escenarios que presentan una amplia mayoría de nuestras pacientes, solo se conocen por la mitad de las encuestadas.
“Respecto a la información referente a los tratamientos reproductivos, volvemos a encontrar un nivel de conocimiento medio-bajo, con un porcentaje de mujeres que afirman tener bastante información oscilante entre el 25 y el 55%. En este sentido, el tratamiento más conocido sería la Fecundación In Vitro (55%) y el menos conocido apuntaría hacia el Método ROPA (Recepción de Ovocitos de la Pareja), indicado para parejas de mujeres que desean afrontar la maternidad de manera compartida”, añade la Dra. Colomé.
Una situación que evidencia la necesidad de concienciar tanto de los problemas de fertilidad como de los tratamientos existentes para ponerles solución. La información es fundamental en el campo de la reproducción asistida, tanto para prevenir como para ofrecer soluciones.
Desmontando mitos
Fruto de este desconocimiento no es de extrañar que se hayan perpetuado mitos respecto a la medicina reproductiva. El hecho de asociar los tratamientos a dolor, miedos o desazón no sorprende. Pero la realidad es que la ciencia evoluciona a pasos agigantados, permitiéndonos ofrecer tratamientos más cómodos y llevaderos. Una información que se ha de transmitir a las pacientes, ya que muchas de ellas renuncian a su deseo de maternidad por estos prejuicios arraigados en el desconocimiento.
En este sentido, vemos como un 13% de las participantes en la encuesta descarta recurrir a la medicina reproductiva por miedo a las consecuencias a nivel físico y emocional. Sin embargo, los datos que observamos a raíz de este estudio nos van a ayudar para desmentir estas creencias asociadas a la reproducción asistida.
El 90% de las encuestadas considera que hay mayor probabilidad de embarazo múltiple por reproducción asistida.
Actualmente y gracias a los avances en los tratamientos, en IVI transferimos un único embrión en casi la totalidad de los procesos. La excepción son aquellos que, fruto de un diagnóstico reproductivo concreto, se exija transferir más de un embrión para lograr el éxito reproductivo, siempre con una justificación clínica.
“IVI apuesta desde hace años por la transferencia única para asegurar el bienestar de la madre y su futuro bebé, asemejando los procesos reproductivos a la concepción natural lo máximo posible. El éxito de la transferencia de un embrión único viene respaldado por las altas tasas de éxito que hemos logrado alcanzar durante toda nuestra trayectoria”, añade la Dra. Colomé.
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