Hablamos en cientos de ocasiones sobre el camino hacia la maternidad. Del tratamiento, las dificultades, las alegrías… Pero hay ocasiones en las que ese camino comienza años antes. Y es que sabemos que con la ayuda de la ciencia muchos sueños se hacen realidad, ¿verdad? Pero, en otros casos, la innovación en medicina reproductiva ofrece una herramienta para planificar la maternidad. Para que, aunque ahora no sea el momento, no tengas que renunciar a tu deseo.
Es el caso de Sara, que tomó la decisión de preservar la fertilidad en IVI Zaragoza con la Dra. Elisa Gil. Entre otros, su motivación a hacerlo fue ver como dos personas muy importantes para ella se encontraron con cientos de obstáculos para poder tener un hijo.
Sara es una de las casi 11.000 pacientes que han preservado su fertilidad en las clínicas IVI, por motivos sociales. Ha querido compartir una emotiva carta con todos nosotros, contándonos su camino. Hoy ella está a punto de emprender un viaje, una de las experiencias más importantes de su vida. Pero lo hace tranquila porque ha preservado su fertilidad.
Preserva de la fertilidad: ¿Por dónde empiezo?
Esta es una carta para todas aquellas que estéis dudando sobre la vitrificación de óvulos. O sobre el hecho de posponer vuestra maternidad:
Mi nombre es Sara y quería compartir con vosotras mi historia. El por qué decidí vitrificar mis ovocitos, a mis 30 años. Y es que pienso que esta es una decisión de la que no me voy a arrepentir nunca.
Mirando hacia atrás… Tenía suficientes motivos para llevar a cabo este proceso. Pero, aun así, me tomó un tiempo dar ese primer paso. Siempre había alguna excusa. Es normal tener muchas dudas al principio. Quizás nos cueste encontrar en internet toda la información que deseamos buscar. O no conocemos a nadie que haya pasado por ello. O no sabemos a quién preguntar… Yo misma me encontré en esa situación al principio. Entonces, ¿Por dónde tengo que empezar?
El poder de planificar la maternidad
En mi caso particular, tuvieron que ocurrir dos cosas importantes en mi vida y en mi entorno para que, finalmente, tomara el paso en ese preciso momento. Primero, tenía familiares cercanos deseando ser padres a una edad avanzada. Recientemente, dieron a luz a una niña sana y preciosa. Pero pasaron por bastantes dificultades para llegar a ello. Ella, conociéndome mejor que yo a mí misma, me habló y aconsejó la vitrificación en varias ocasiones. Para evitar que yo, en un futuro, tuviera que pasar por la complejidad por la que han pasado ellos.
Segundo, porque estaba en un momento de cambios en mi vida profesional. Dejé atrás mi trabajo para apostarlo todo en un proyecto, en un viaje personal. Sin destino ni tiempos fijos.
Además, tenía claro que al menos en los próximos cinco años no iba a ser mamá. Los siguientes años me los iba a dedicar ‘a mí misma’. A seguir aprendiendo, a explorar el mundo, a crecer a nivel personal y también a nivel profesional. A hacer aquellas cosas que, si no las hago en algún momento, con mucha certeza sé que me arrepentiré por ello.
No renunciar al sueño de ser madre
Tampoco tenía muy claro si algún día iba a ser madre, si iba a querer serlo. Todavía es pronto para poder contestar a esa pregunta. Tampoco tenía ni tengo pareja.
Pero, si algún día fuera a serlo, que sea porque quiero; porque ella y yo queremos. Porque ha llegado ese momento y porque así lo decidimos. No por la presión del paso del tiempo, por el reloj biológico ni por las convenciones sociales.
Todas estas razones me empujaron a dar ese primer paso, que tanto me costó arrancar. A partir de ahí, fui directamente a IVI. Gracias a la recomendación de los familiares cercanos que he comentado anteriormente.
Parar el tiempo
En general, mi experiencia con IVI Zaragoza fue bastante positiva. En mi caso, fue la Dra. Elisa Gil quien me trató y acompañó de principio a fin. A quien agradezco la paciencia que tuvo en resolverme todas las dudas. Y su cercanía en el trato, que hizo que todo este proceso fuera cómodo y bastante más llevadero. Sin duda, os la recomiendo.
Por último, os diría –como recomendación personal- que, si en algún momento os habéis sentido identificadas con esta carta o estáis dudando, no lo dejéis para más adelante. Que el tiempo pasa rápido. Preguntad, informaos… No vais a perder nada por ello. Es más, todo lo contrario. Plantead todas las cuestiones que podáis tener. Del antes, del durante y del después. Y contad con el apoyo de vuestra ginecóloga y de vuestra clínica, que no os va a faltar.
Sin la presión del paso del tiempo
Parece que esto fue hace tiempo, pero tan solo han pasado unos meses desde que acudí a aquella primera cita. Llena de dudas. Y ahora, a punto de emprender mi viaje, me siento mucho más tranquila. Sin la presión del tiempo, que llevaba cargando desde hace unos años. De alguna forma, me siento empoderada. Sabiendo que he tomado la decisión correcta. Que Sara, dentro de 10 años, lo agradecerá enormemente.
Muchas gracias a mis familiares cercanos, que me avisaron de ello en un momento clave. Al equipo de IVI Zaragoza y en especial a la Dra. Elisa Gil, por acompañarme en todo el proceso y en transmitirme la confianza de que estaba y de que estoy en buenas manos.
A vosotras, que quizás estéis leyendo esto, espero haber podido ayudaros un poco en vuestros siguientes pasos.
Sara
Paciente de preserva en IVI Zaragoza
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