Se cumplen dos años del inicio de la pandemia por la COVID-19 y aún sigue siendo un tema en boca de todos. Más de doce meses han pasado desde que se inició la vacunación contra este virus en nuestro país, pero aún sigue generando muchas dudas. En aquellas referentes a nuestro ámbito, casi todas enfocadas a la posibilidad o no de compatibilizar el inicio de un tratamiento de fertilidad con la vacuna o la incidencia de estas en la fertilidad. Por ello, le hemos pedido al Dr. Antonio Requena, director médico de IVI, que nos resuelva las dudas más frecuentes relacionadas con la vacuna contra la COVID-19 y su relación con la fertilidad.
¿Afecta la vacuna contra la COVID a la fertilidad?
Desde que se inició la vacunación en nuestro país, más aún en los grupos de edad afectados, se han generado muchas dudas y debates sobre si las vacunas afectan a la fertilidad. Hasta el momento, se sabe que hay ocasiones en las que la vacuna contra la COVID sí podría haber ocasionado algún tipo de retraso en la menstruación. Pero esto no incide de ninguna forma en un tratamiento de reproducción asistida ni justifica que este se atrase. Al iniciar una estimulación ovárica, el equipo médico puede programar el inicio de la misma. Y en aquellos casos de transferencia de embriones, se suele trabajar con un ciclo sustituido. Además, los datos con los que contamos, que hemos publicado y enviado a diversos congresos científicos nos dicen que la respuesta en mujeres con estimulación ovárica previa y posteriormente a la vacunación o la infección por coronavirus no presenta ninguna relación.
¿Debo esperar a someterme a un tratamiento de reproducción asistida después de administrarme la vacuna?
No hay motivo para posponer el inicio de un tratamiento de fertilidad a causa de la vacunación contra la COVID-19. Cabe recordar que las vacunas basadas en RNAm (las de Pfizer o Moderna) son las que se están usando ahora de forma mayoritaria en nuestro país. Estas contienen un material que ayuda a crear la proteína del virus y crear anticuerpos. Es por ello por lo que en ningún momento se ha recomendado atrasar el inicio de un ciclo, de un tratamiento o la búsqueda del embarazo de forma natural. Independientemente del momento en el que se produce la vacunación, se puede empezar sin problema un tratamiento de fertilidad, ya que por el momento no hay evidencia científica que indique lo contrario.
¿Y después de pasar la enfermedad?
No, la infección por COVID-19 tampoco nos obliga a posponer el tratamiento. En este sentido, el único motivo para retrasar el inicio del tratamiento de fertilidad sería dar positivo en COVID. La indicación a seguir en estos casos es la que dictan las autoridades sanitarias, por medio del correspondiente tiempo de cuarentena, como para cualquier otra actividad. Una vez finalizado este periodo de cuarentena, podemos comenzar cualquier tratamiento de fertilidad.
¿Afecta la vacuna a la respuesta ovárica y a las tasas de gestación?
Los datos con los que contamos, recogidos tanto en la literatura como con investigaciones propias, arrojan que tanto la respuesta ovárica como las tasas de gestación son similares en mujeres antes y después de la administración de la vacuna.
En otro plano, cabe recordar que, desde el inicio de la pandemia, desde IVI hemos investigado para ofreceros la mayor información respecto a un virus que era totalmente desconocido. En este sentido, hace unos meses os hablábamos acerca de un estudio realizado para conocer si la infección por COVID-19 afectaba en la reserva ovárica de la mujer. Dicho estudio fue realizado entre mayo y junio de 2020, entre mujeres que contaban con una prueba de AMH previa y que habían superado la enfermedad. Los resultados fueron claros y muy positivos: la infección por COVID-19 no afecta al estado de la reserva ovárica. Esto se une a otras publicaciones del grupo junto a nuevos trabajos enviados a los próximos congresos internacionales de reproducción asistida.
Por último, cabe destacar que desde que retomamos el inicio de la actividad en nuestras clínicas, no hemos abandonado las máximas medidas de protección, tanto para pacientes como para los trabajadores de las mismas. De esta forma, trabajamos desde hace meses con la máxima normalidad posible y realizamos los tratamientos con regularidad, pero sin olvidar las medidas de protección.
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