Antonio Pellicer, presidente de IVI, participó el pasado 23 de enero en el Congreso UIT de Praga donde ha presentado los últimos avances en técnicas de Preservación de la fertilidad.
El cáncer afecta tanto a hombres como a mujeres, sean de la edad que sean. Los efectos secundarios de los tratamientos (quimioterapia, radioterapia) en la mayoría de los casos pueden ocasionar la reducción o incluso anulación de la capacidad para tener hijos. Cada vez más pacientes oncológicos acuden a IVI para conservar sus gametos y poder hacer uso de ellos una vez superada su enfermedad. De hecho, el saber que disponen de este “seguro de fertilidad” les da fuerzas para afrontar la situación y superarla con la ilusión de ser padres en un futuro.
Las técnicas de preservación de la fertilidad ofrecen la posibilidad de postergar la maternidad a todas aquellas mujeres que así lo deseen o que tengan cáncer.
Entre las técnicas de preservación de la fertilidad en las mujeres destacan la vitrificación de óvulos y la congelación de tejido ovárico.
En la técnica de la vitrificación, tras una estimulación ovárica, se extraen los óvulos maduros y se guardan vitrificados para descongelarlos cuando superado el cáncer se desee ser madre a través de un tratamiento de reproducción asistida. Para aportar soluciones a la incidencia del cáncer en el pronóstico reproductivo, IVI introdujo en 2007, y por primera vez en España, un Programa gratuito de Preservación de la Fertilidad.
Cuando la estimulación ovárica está contraindicada o no hay tiempo para llevarla a cabo y se persigue proteger y conservar la función ovárica, se puede optar por la criopreservación de tejido ovárico para su posterior implante, de forma que se mantenga la función hormonal ovárica; esta técnica debe realizarse en los centros que estén acreditados para ello. El tratamiento consistiría en extraer un fragmento de la corteza ovárica y congelarlo a 196 grados bajo cero hasta que la mujer haya superado la enfermedad y desee ser madre; en ese momento la muestra se descongela y se implanta vía laparoscópica.
En el caso de varones, la opción más adecuada para poder ser padre después del cáncer es la criopreservación de una muestra de semen antes del tratamiento, de no hacerlo, las posibilidades de una recuperación espermática normal no superan el 20-30%.