Los laboratorios de fecundación in vitro son el auténtico corazón de las clínicas de reproducción asistida. Auténticos templos donde la ciencia y el amor por la vida, se reparten a partes iguales. Dotarlos de tecnología de vanguardia y aplicar en ellos todos los conocimientos que nos da nuestra labor investigadora es uno de nuestros principales valores. ¿Pero cómo se trabaja en un laboratorio de fecundación in vitro (FIV)? ¿Cómo preparamos los laboratorios para generar los embriones?
Hemos querido preguntarle al doctor David Agudo, embriólogo de IVI Madrid sobre estos temas, y nos ha pasado este post. Esperamos que aclaren todas vuestras dudas.
Soy David Agudo, trabajo en el laboratorio de FIV de IVI Madrid como embriólogo senior desde hace 15 años, además, soy consultor para los laboratorios de embriología del grupo. Me gustaría hablaros de como preparamos los laboratorios de FIV para recibir vuestros gametos, es decir vuestros ovocitos y espermatozoides, para generar los mejores embriones posibles y así conseguir vuestro objetivo, que también es el nuestro, es decir un bebe sano en casa.
El Laboratorio FIV, un laboratorio complejo
Tengo que decir que el laboratorio de FIV en un laboratorio muy complejo, cuyo principal objetivo es recibir vuestras células reproductivas, conseguir el mayor número de embriones posible y de la mejor calidad, y esto se consigue con mucha previsión y sin dejar nada a la improvisación. La preparación del laboratorio de FIV para la llegada de vuestros óvulos y espermatozoides comienza mucho antes incluso de que iniciéis vuestro tratamiento, y tenemos que tener en cuenta multitud de factores, como por ejemplo las condiciones ambientales del laboratorio, el sistema de cultivo, y los procedimientos que tendremos que realizar en cada caso dependiendo de las necesidades de cada paciente o pareja.
Como os comentaba previamente, las condiciones ambientales del laboratorio deben ser controladas en todo momento, factores como la temperatura ambiente y la humedad que deben mantenerse constantes durante todo el año para no afectar a la estabilidad de los microscopios, cabinas de trabajo e incubadores de embriones… Tenemos que controlar también la presencia de compuestos orgánicos volátiles, que deben ser mantenerse en niveles muy bajos en el ambiente del laboratorio ya que presentan una alta toxicidad para nuestros embriones. Estos compuestos se encuentran en muchos plásticos que evitamos dentro del laboratorio, pero también debemos evitar perfumes, maquillaje, esmaltes de uñas, desodorantes y productos de limpieza que presentan grandes cantidades de estos compuestos. Por último, debemos minimizar la posible presencia de contaminantes ambientales como microorganismos y partículas, estos son controlados de manera exhaustiva y mantenidos en todo momento en niveles muy bajos mediante complejos sistemas de filtrado del aire que consiguen un ambiente limpio y que nos permiten obtener las mejores condiciones para el óptimo cultivo embrionario humano. Además de todo esto, tenemos otro sistema de seguridad que impide la entrada de todos estos contaminantes desde fuera del laboratorio de FIV, el sistema consiste en introducir entre 5 y 10 veces el volumen total de aire que hay en el laboratorio previamente filtrado cada hora, con esto se consigue una presión positiva dentro del laboratorio que hace que nada de escala microscópica pueda entrar en el laboratorio de FIV, manteniéndolo libre de estos contaminantes.
Los incubadores de un laboratorio de fecundación in vitro
Hay otros parámetros más específicos del cultivo embrionario que controlamos de manera muy estricta antes de comenzar los tratamientos de reproducción asistida, como por ejemplo la temperatura y proporción de algunos gases (CO2 y O2) en nuestros incubadores, esto ya lo podemos hacer con mediciones cada pocos segundos de manera automatizada, ya que tenemos sondas muy sensibles dentro de todos los incubadores, neveras y bancos de semen, ovocitos y embriones. Estas sondas detectan el más mínimo cambio que podría afectar al desarrollo embrionario y están conectadas con un sistema de alarma que avisa a los embriólogos en caso de que surja un problema en el sistema de cultivo embrionario. También controlamos el pH del medio de cultivo, tan importante para que los embriones se desarrollen, y además mantenemos constante la temperatura de las superficies de trabajo a 37°C, donde deben estar las placas para realizar la obtención ovocitaria, realizar el ICSI de los ovocitos con los espermatozoides previamente seleccionados, evaluar la calidad embrionaria o realizar la transferencia embrionaria a útero materno. Con todo esto perseguimos en la medida de lo posible, que los embriones se sientan como si nunca hubiesen salido del cuerpo de la paciente. Llegamos incluso a medir la temperatura dentro de la gota del medio de cultivo donde estará el embrión, para comprobar que todas estas mediciones de superficies de trabajo se traducen en las mejores condiciones posibles de cultivo embrionario.
Las placas de cultivo en los laboratorios FIV
Además, los embriólogos nos encargamos de preparar las placas de cultivo que necesitaremos para realizar los procedimientos específicos de cada tratamiento con una antelación de un día, de esta forma los ovocitos y espermatozoides encontrarán los medios de cultivo donde van a ser cultivados equilibrados en sus incubadores en las mejores condiciones posibles, además, dependiendo de las características de cada paciente o pareja, tendremos que preparar diferentes tipos y número de placas de cultivo, por ejemplo si tenemos una muestra seminal de la que sabemos que tienen poca movilidad, sabemos que no podemos hacer una fecundación in vitro convencional, entonces tendremos que preparar todo el material necesario para realizar una microinyección o ICSI, y esto lo necesitamos saber con al menos un día antelación, para que el medio de cultivo de las placas que utilizaremos esté correctamente equilibrado y sea apto para su uso.
Laboratorios de fecundación in vitro seguros
Finalmente, una parte fundamental en cualquier tratamiento médico es asegurar la trazabilidad de las muestras, en este caso gametos y embriones. Para ello damos de alta en nuestra base de datos a los pacientes, y generamos un sistema de identificación compuesto por un código de barras único para cada paciente, que irá siempre impreso en todas las placas donde cultivemos gametos o embriones de la pareja o de la paciente, estas se comprueban de manera automática cuando hay que hacer cambio de placas para el correcto cultivo embrionario, además asignamos un incubador específico para cada pareja o paciente, de tal manera que nunca embriones o gametos de dos pacientes compartirán el mismo incubador.
Como veis, antes de que vuestros óvulos y espermatozoides lleguen al laboratorio, el equipo de embriólogos hemos trabajado duramente para asegurar las mejores condiciones posibles de seguridad y calidad del cultivo que podemos ofreceros, yo siempre digo que la mayor labor de los embriólogos es conseguir que los embriones y las células de las que proceden, no se den cuenta de que están en un ambiente ajeno al suyo, esto sin duda favorece que se desarrollen de la mejor manera posible.
Espero haberos transmitido bien la importancia que tiene la preparación previa del laboratorio de FIV para que vuestros tratamientos tengan éxito.
David Agudo
Embriólogo
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