Las mujeres con cáncer de mama que tras una estimulación ovárica controlada (EOC), con bajos niveles de estrógenos realizaron un tratamiento de preservación de la fertilidad no empeoraron su pronóstico, según las conclusiones de una investigación desarrollada por IVI y que ha conseguido el Premio “Alejandro Novo González” de la Sociedade Galega de Obstetricia e Xinecoloxia 2016. El estudio premiado, realizado por el Dr. Elkin Muñoz, director de IVI Vigo, ha evaluado el riesgo potencial de someter a pacientes con cáncer de mama a una estimulación ovárica controlada (EOC), garantizando niveles bajos de estrógenos –se cree que estas hormonas podrían influir activamente en la propagación de las células malignas en cáncer de mama-, y garantiza la ausencia de riesgos para las pacientes. Tras siete años de investigación, en el estudio se analizaron dos grupos: Uno formado por 75 pacientes menores de 40 años en el momento del diagnóstico de cáncer de mama, sometidas a EOC. Y otro grupo integrado por 66 pacientes con cáncer de mama de igual edad y estadio que no recibieron EOC. El seguimiento de las pacientes, que se realizó retrospectivamente entre los años 2008 y 2015, ha conseguido demostrar que los tratamientos de estimulación ovárica, a los que se sometían las pacientes oncológicas para preservar su fertilidad antes de un proceso de quimio o radioterapia , no influyen de forma negativa en la evolución de su enfermedad.
“Al primer grupo de pacientes se le realizó una EOC basada en el uso de agentes antiestrogénicos, con protocolos de estimulación flexibles para no demorar el inicio del tratamiento oncológico. Así, tras obtener los ovocitos necesarios para salvaguardar su fertilidad, se procedió a la vitrificación de los mismos o, en su caso, la vitrificación de los embriones resultantes de la fecundación de los ovocitos de la paciente con el semen de la pareja. Actuando de esta forma se comprobó que no hay evidencias de que la EOC, tras superar un cáncer de mama, incremente el riesgo de recidiva o disminuya la supervivencia a la enfermedad”, comenta el Dr. Elkin Muñoz, y autor del estudio.
El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres en edad reproductiva. En 2012, se diagnosticaron 1.67 millones de nuevos casos de cáncer de mama en todo el mundo, lo que supone un 25% de todos los tipos de cáncer, según datos de la OMS. Un porcentaje que aumenta en los países industrializados. Los avances alcanzados en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad han permitido reducir de forma notable la tasa de mortalidad . En la actualidad, en nuestro país, la tasa de supervivencia puede llegar hasta el 87%, lo supone una esperanza para las pacientes y la posibilidad de ser madres una vez superado su cáncer. El objetivo de IVI es mejorar la calidad de vida de estas mujeres y avanzar en otros aspectos de la preservación de la fertilidad.
“Este hallazgo es relevante para la mujer, que debe decidir si preservar o no su fertilidad, pues aporta una preocupación menos a la hora de realizar la estimulación ovárica. Aunque parece lógico que la EOC en mujeres con cáncer de mama sea segura, ya que sucede bajo condiciones de bajos niveles de estradiol y se realiza durante muy poco tiempo (media de 10,4 días), es relevante poder demostrarlo y compartirlo con la comunidad científica. Los esfuerzos futuros deben centrarse en establecer subtipos de pacientes con cáncer de mama que puedan estimular sus ovarios sin el menor temor de recurrencia de su enfermedad”, concluye el Dr. Muñoz.
Preservación de la fertilidad y cáncer de mama
El diagnóstico del cáncer de mama puede tener un efecto directo en la fertilidad de la mujer porque afecta al ovario y a la respuesta de éste antes de la quimio o la radioterapia. Los estudios de reserva ovárica, en los que se mide la Hormona Antimulleriana (AMH), constatan que las mujeres con cáncer tienen menores niveles de esta hormona antes de recibir el tratamiento de quimioterapia que la esperada para su edad. En este sentido, varios estudios han comparado los resultados de la EOC en pacientes oncológicas y pacientes de FIV no oncológicas, obteniendo como resultado un menor número de ovocitos en las que preservan su fertilidad por cáncer. Se ha demostrado que las mujeres con cáncer de mama producen 2.4 menos ovocitos que mujeres de la misma edad estimuladas con un protocolo convencional de FIV, aunque no todas las investigaciones apuntan en la misma dirección.
Desde que IVI pusiera en marcha su Plan de Preservación de la Fertilidad para pacientes oncológicos en 2007, ya han nacido 8 bebés después de que sus madres superaran un cáncer. Este programa ofrece a mujeres y hombres diagnosticados con esta enfermedad la posibilidad de guardar sus gametos para poder ser padres con ellos una vez superado el cáncer, antes de que su capacidad reproductiva quede afectada por la quimio o radioterapia.Las opciones para preservación de la fertilidad en pacientes oncológicas son: criopreservación embrionaria, vitrificación de ovocitos, congelación de tejido ovárico y maduración in vitro de ovocitos. Estas dos últimas, de uso menos extendido, están consideradas técnicas experimentales.
En las últimas décadas hemos observado un importante retraso en la edad para concebir el primer hijo, pasando de los 25 años en 1975 a los 32,3 años en 2014, según datos del INE. En consecuencia, aumenta el número de mujeres diagnosticadas de cáncer de mama sin haber hecho realidad sus deseos reproductivos, lo cual sitúa a la maternidad tardía como el mayor factor de riesgo en este colectivo.
1 comentario
Interesante artículo, felicitaros por ayudar a todas esas mujeres que principalmente por la conciliación de la vida laboral y familiar tienen que posponer su maternidad