Si una pareja ha de enfrentarse un proceso de reproducción asistida es necesario que sepan de la importancia de hablar de sus sentimientos, para así entenderse y apoyarse, afrontando esta etapa con naturalidad. De lo contrario, la incertidumbre o el miedo a lo desconocido pueden acabar mermando la pareja. Dada la importancia de este asunto, le hemos pedido a María Moya, coordinadora de la Unidad de Apoyo Emocional de IVI Zaragoza, que nos explique cómo proveer un buen acompañamiento a la pareja.
Las emociones asociadas a la infertilidad
La infertilidad es una de las problemáticas de nuestra sociedad actualmente. Prácticamente todos tenemos a alguna mujer o pareja en nuestro entorno que está pasando por ello. Si bien solemos relacionar el embarazo como un momento idílico, hay ocasiones en las que el camino no es tan sencillo como se esperaba. Las dificultades para alcanzar la gestación van acompañadas de miedos e incertidumbre. Las emociones forman parte del proceso de infertilidad y, además, son muy cambiantes. Todo ello puede acabar afectando tanto a los miembros de la pareja entre sí como con su entorno cercano.
Entender y respetar el proceso de la otra parte
Es normal que el diagnóstico de infertilidad no se reciba igual en la mujer que en el hombre -en el caso de parejas heterosexuales-. Variará en función de la personalidad de cada uno, sus experiencias previas y las estrategias de afrontamiento con las que cuente cada persona. Los miembros de la pareja, a nivel individual, deben interiorizar esto y aceptar que cada uno afrontará el proceso de infertilidad de forma diferente. Ni mejor, ni peor, ni con mayor o menor implicación respecto al otro. En este sentido, será fundamental respetar el proceso del otro.
Cada caso tiene sus particularidades, pero por norma general, las mujeres tienden a mostrar una mayor necesidad de expresar cómo se sienten y qué está suponiendo para ellas la reproducción asistida. Por el contrario, los hombres suelen mostrar menor necesidad de expresar cómo se sienten, a veces porque gestionan de otra forma, a veces porque perciben que su pareja está mal y no quieren sumar preocupación y malestar al proceso.
Diferentes modelos de familia
Hoy en día contamos con diversos modelos de familia, que acuden a nuestros centros de reproducción asistida. Desde madres que deciden serlo en solitario hasta parejas de mujeres, que optan por el método ROPA. Las diferencias en la idiosincrasia de los diferentes modelos de familia también implican diferentes en cómo se vive el proceso de reproducción asistida. Cada vez es más frecuente encontrar en consulta a mujeres sin pareja, y en este caso es muy importante que su círculo cercano, familia y amigos, conozcan bien el proceso (si ellas así lo desean) para poder apoyarles durante el mismo. También las parejas de mujeres tienen una forma de enfrentarse al tratamiento distinta, ya que son dos perspectivas muy diferentes del proceso. Por todo ello, es clave comprender cada caso para definir cómo podemos acompañar a cada paciente de manera personalizada.
¿Cómo acompañar a tu pareja en un tratamiento de reproducción?
A continuación, os comparto una serie de consejos para apoyar a tu pareja al vivir un proceso de infertilidad.
Comunicación asertiva y empática: que facilite compartir con el otro los sentimientos propios, comprendiendo las necesidades de la otra persona.
Ser parte del proceso: asistir a las visitas médicas, participar en la preparación o administración de la medicación, entre otros. De esta forma ambos miembros de la pareja estarán implicados. En este sentido, si la paciente ha de realizar cambios en sus hábitos de vida (dieta sana, ejercicio…) sería conveniente realizarlos juntos.
Momentos de disfrute y ocio en pareja: las emociones que surgen a raíz del tratamiento pueden afectar a la pareja, unido a la mochila emocional que ya llevan. Ante esto será importante cuidar la relación, teniendo detalles con el otro y muestras de apoyo.
Mostrar comprensión y ser conscientes de las dificultades: demostrarle a la otra parte de la pareja que estamos ahí y que tenemos interiorizado todo lo que implica este proceso será importante para la otra persona.
Ser conscientes del impacto en la vida sexual: será necesario abordar esto en la pareja, buscando soluciones que hagan sentir bien a ambas partes, con el objetivo de mantener o recuperar esta unión y cercanía.
Sentimiento de equipo y afrontar la maternidad como un proyecto común: esta estrategia supondrá una protección en el momento de enfrentarse al tratamiento.
En definitiva, lo más importante es que las personas que van a estar implicadas en el proceso aprendan a acompañar a la pareja para así vivir esta aventura como algo ilusionante y circunstancial. Y, por supuesto, saber que cuentan con el apoyo de la Unidad de Psicología de IVI para abordar todas estas cuestiones en consulta.
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