El 15 de octubre se celebró el Día Mundial de la Pérdida gestacional, o lo que es lo mismo, para visibilizar el dolor físico y emocional que supone tener un aborto espontáneo. Los abortos de repetición son una consulta habitual en las clínicas de reproducción asistida, pero hablamos poco del proceso de duelo que supone para una mujer y/o una pareja vivirlos.
Cuando se produce un aborto, efectivamente, hay que buscar los motivos médicos. Pero también hay que tratar y escuchar a las pacientes para pasar el duelo por la pérdida gestacional. Por eso, hemos querido preguntar a Marisol Ródenas, psicóloga de IVI Murcia que nos explique cuáles son las claves para afrontar este tipo de pérdidas. Nos lo cuenta todo en este post.
Hoy quiero hablaros de una experiencia por la que habéis podido pasar y de la que quizás no siempre os ha sido sencillo hablar, bien por sentiros culpables, con vergüenza, incomprendidos o por no haber encontrado el apoyo que necesitabais en esos momentos.
Me refiero a la pérdida gestacional y/o perinatal. Sí, cuando se pierde al bebé que estaba en camino y/o a punto de nacer y al proceso emocional que lo acompaña posteriormente, el duelo.
Aborto: cómo vivir el duelo
El duelo no es un trastorno mental, es un proceso emocional y natural vivido por quien sufre una pérdida, cualquiera que sea ésta, y que afecta al comportamiento, al psiquismo, a la salud física e, incluso, a la propia espiritualidad. Y como cualquier otro dolor, es una experiencia personal e íntima.
Sin embargo, el duelo gestacional y/o perinatal tiene unas peculiaridades. Y es que, aunque esto por suerte está cambiando de unos años para acá, es un duelo incomprendido, silenciado, desautorizado. Con esto quiero decir que no es fácil expresar el dolor por esta pérdida y, además, que socialmente no siempre es reconocido. Todo esto se debe a que el ser querido no ha llegado a nacer, no ha habido un entierro, a veces ni siquiera tenía aún nombre, no hay fotos de él ni recuerdos que permitan hacer presente su existencia. Y, aun así, ese bebé era el hijo de alguien, tenía unos padres que lo ansiaban y lo soñaban, tenía un lugar en la vida de otros, porque uno se convierte en hijo o en padre/madre desde la concepción.
De ahí la importancia de que, siempre que sea posible y así se desee, se permita ver al bebé, tocarlo, despedirse, porque estos momentos facilitan la posterior recuperación emocional.
Apoyo emocional y abortos: Cómo lo hacemos en IVI
En las Unidades de Psicología de las Clínicas IVI os podéis encontrar un espacio de escucha, empatía y respeto, donde:
- Expresar vuestro dolor y aceptar y gestionar vuestras emociones
- Evitar castigaros con pensamientos de “Si yo hubiera…” que os hará sentiros culpables de algo que no dependía de vosotros
- Poder permitiros un período de convalecencia, en el que no os comprometáis con algo que requiera tiempo y energía
- Aceptar el apoyo de vuestro entorno que, aunque no siempre saben decir las palabras más adecuadas, sí desean acompañaros y ayudaros para que sigáis adelante
Porque lo que deseamos es que podáis encontrar en vosotros mismos a esa persona más fuerte, diferente, más tolerante y más valiente en la que os habéis podido convertir y que, con todo ello, podáis normalizar y legitimar vuestro estado emocional y aumentar vuestro bienestar en estos momentos de vulnerabilidad.
Marisol Ródenas
Psicóloga
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