Hoy queremos mostraros una historia inspiradora que nos ha hecho llegar una paciente de IVI Valencia que, actualmente, es madre de una niña pequeña. Nos cuenta cómo a través de obstáculos y momentos desafiantes durante todo su proceso encontró, junto a su pareja, la fuerza para seguir adelante. Su conmovedora historia es un testimonio de perseverancia, amor y un deseo inquebrantable por ser madre. Os invitamos a adentraros en ella.
Un viaje de esperanza
Me llamo Isabel, tengo 37 años y desde hace 6 soy paciente de IVI. Toda esta historia empieza al poco tiempo de casarme con mi marido, cuando me detectaron un quiste en el ovario izquierdo, que derivó en una operación en la que se dieron cuenta de que se había ‘estropeado’ todo el tejido de dicho óvulo, por lo que tuvieron que extirparlo por completo. Posteriormente, por consejo de mi madre, nos realizamos las pruebas de fertilidad con mi ginecólogo de confianza. En principio, simplemente para descartar, ya que al haber extirpado el ovario podría haber aparecido algún problema con respecto al otro ovario o simplemente que no pasara nada y que pudiera cumplir mi sueño de ser madre.
Superando obstáculos
Gracias a estas pruebas, al empujón que nos dio mi madre, me di cuenta de que mi reserva ovárica era prácticamente nula. Tan joven, con la edad que tenía, mi sueño de ser madre, el principal de mi vida desde que tenía uso de razón, se iba a ver truncado o con gran dificultad para conseguirlo… Acudí a la Seguridad Social, pero me dijeron que podía plantearme otras opciones, porque la de ser madre iba a ser muy complicado. Prácticamente lo descartaron. Pero, con todo esto, lejos de rendirme y gracias a la recomendación de mi ginecólogo, acudí a IVI Valencia para ponerme en manos del Dr. Bosch. A partir de ahí, con todos los profesionales de la clínica y mi ginecólogo, mi marido y yo formamos un ‘equipo’ que consiguió que hoy tengamos a nuestras dos niñas. Pero… tuve que renunciar a mi carga genética. Mis óvulos no iban a facilitar el proceso de medicina reproductiva, haciendo muy difícil lograr lo que tanto deseábamos.
El poder de la maternidad
Con lo cual, lo más sencillo y eficaz para lograr el objetivo, era recurrir a óvulos donados. La gente dice que la futura madre puede sufrir, que existe rechazo o miedo a recurrir a esta técnica. Yo me centré en que quería ser madre y ese era mi objetivo. Yo engendré a mis hijas, las he llevado en mi vientre… Os puedo asegurar, a todas las que estéis en esta situación actualmente, que todos esos miedos se te olvidan. En el futuro ni siquiera te vas a acordar de que los óvulos no son tuyos. En mi caso os puedo decir que es algo que mi marido y yo nos hemos reservado para nosotros, para proteger a nuestras hijas. No lo sabe ni siquiera nuestra familia. Que los óvulos empleados para tu tratamiento es algo que tienes que asumir tú y que no tiene la más mínima importancia a largo plazo. Cuando veas a tus hijos se te va a olvidar todo, porque tu objetivo está conseguido. Tus hijos te van a adorar y tienes que luchar por ello. El camino a veces se hace muy duro… Yo he tenido 3 embarazos. El primero, a la primera. Pero el segundo acabó en aborto. ¿Me rendí? No. Mi segundo objetivo era un hermanito/a para mi primera hija. La segunda hoy tiene 8 meses. Puse todo lo que tenía en conseguirlo. No fue fácil, había barreras físicas y emocionales, pero también económicas. Sacrificamos todo, lo que teníamos y lo que no, renunciamos a muchas cosas… Y ahora es como empezar de cero, pero los 4 juntos, con nuestras niñas que es lo mejor que tenemos.
Triunfo después del sacrificio
Con mucho sacrificio lo hemos conseguido. ¿Es muy duro? Sí. ¿Hemos derramado muchas lágrimas en el camino? También. Pero todo vale la pena cuando escucho “mami”. Algo que creía que nunca iba a escuchar. Con esta carta, desde la humildad, solo os puedo animar a luchar. En IVI estáis en las mejores manos. Todo un equipo para ti que, junto con mi ginecólogo, mis amigos, familia… Sin todos ellos no estarían aquí mis niñas.
Al fin el sueño se hace realidad
Para ti, que estás leyendo esto, solo una palabra para finalizar… LUCHA. Luchando se consigue. Sí, hay cosas muchísimo peores: enfermedades más graves, más duras y que por desgracia no tienen solución. Pero, casi siempre, quien quiere conseguir algo, lo consigue. En otros aspectos, pero también en este, las cosas se consiguen. Pero, aunque no lo consigas, que no te quede la sensación de no haberlo intentado. Formareis un equipo sólido (médicos, familia…) con el que os puedo asegurar que se consigue.
Comparte tu historia
¿Qué os ha parecido? Si esta historia te ha recordado a la tuya, puedes animarte a compartir la tuya –de forma anónima, si así lo deseas- en el mail social@ivi.es. Y si aún no has iniciado tu camino para ser madre gracias a la reproducción asistida, podemos ayudarte. Puedes llamar al 900847300 o rellenar el formulario para pedir cita en IVI
Los comentarios están cerrados.