Muchas parejas ven el embarazo múltiple como una situación deseada, desconociendo el peligro que esto supone, tanto para la madre como para los recién nacidos. El principal problema es el parto pretérmino, es decir, antes de la semana 37. Esta circunstancia ocurre en más de la mitad de los partos múltiples, además de que disminuyen las posibilidades de parto natural. Todo esto, unido al incremento de complicaciones como la hipertensión, polihidramnios (exceso de líquido amniótico) y diabetes gestacional, entre otras, hacen del embarazo múltiple una gestación con más riesgos.
Muchas pacientes llegan un poco cansadas y desanimadas a la FIV, por lo que no quieren ni oír hablar de transferir un solo embrión; prefieren dos, para aumentar las posibilidades de éxito y porque incluso les hace ilusión tener mellizos. Sin embargo, cada vez hay un mayor conocimiento en la sociedad sobre los peligros de este tipo de gestación, lo que está ayudando a que el SET (Single Embryo Transfer) le gane la partida al embarazo múltiple.
En IVI estudiamos la posibilidad de minimizar el riesgo de gestaciones múltiples en los tratamientos de reproducción asistida, apostando así por la transferencia de un único embrión siempre que esta opción, después de ser analizada, resulte viable. Para ello, se investigan constantemente técnicas que permitan mejorar la selección embrionaria. Como afirma el Dr. Antonio Requena, director médico del Grupo IVI, estos avances nacen con el objetivo de “estudiar cada segundo de desarrollo del embrión, con ayuda del Embryoscope (incubador cinematográfico), la vitrificación de gametos y embriones, el análisis metabolómico de estos últimos, y sobre todo, ayudar en todo lo que podamos para facilitar la vida a las pacientes, haciéndoles más llevaderos los tratamientos de reproducción asistida”.