Estrenamos nuevo año y con él, poco a poco se instaura de nuevo la rutina tras unos días en los que, quien más y quien menos, todos hemos alterado nuestro ritmo diario y cometido excesos en nuestra alimentación.
Vuelta al cole de los niños, vuelta a la oficina…y vuelta al cara a cara con la temida y sincera báscula, aún con el recuerdo de aquella cena con los amigos del colegio, la tradicional cena de empresa y las celebraciones familiares de estas fechas, que han hecho que nuestro primer propósito del año sea perder esos kilos de más, que estamos seguros de haber engordado, y que nos empieza a preocupar no poder disimular.
Como punto de partida, y según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), cada español ha engordado, de media, entre 2 y 4 kilos durante estas pasadas fiestas.
En el caso de las embarazadas, el aumento de peso se puede considerar como algo normal, sobre todo en estas fechas. No debemos darle mayor importancia. Por un lado, tal vez simplemente aumenten de peso por el desarrollo normal del embarazo, viéndose, además, incrementado por algún exceso en la alimentación. En caso de que este aumento de peso fuera algo excesivo o incómodo para la mujer, la mejor recomendación es que visiten a su matrona, quien seguro que podrá darles algunas pautas de alimentación para que su peso se ajuste al adecuado según el momento en que se encuentren del embarazo.
La importancia de seguir hábitos saludables:
Adquirir ciertos hábitos puede resultar beneficioso para nuestra salud, tanto a corto plazo, por la mejoría física que representa, como a largo plazo, como herramienta de prevención de enfermedades.
Generalmente, la mayoría de expertos coinciden en unas pautas básicas recomendadas para ello:
- Realizar 5 comidas al día: es importante distribuir las calorías a lo largo del día, siendo las comidas más importantes el desayuno, la comida y la cena, pero sin olvidar comer algo a mitad mañana y a media tarde.
- Empezar el día con un buen desayuno: la combinación de algún producto lácteo, cereales y fruta nos aportará una buena dosis energética para encarar el día.
- Tomar 5 piezas de fruta o verduras al día: estos alimentos aportan agua, fibra y vitaminas a nuestro organismo. Además, la fibra tiene efecto saciante.
- Practicar deporte varias veces a la semana: no es necesario realizar grandes esfuerzos, simplemente con 30 minutos diarios o una hora varias veces a la semana puede ser suficiente.
- Beber agua: es importante mantener nuestro cuerpo bien hidratado, siendo recomendable beber entre dos y tres litros de agua al día.
- Limitar el consumo de refrescos, dulces y alimentos fritos: Su aporte de azúcares y grasas para nuestro organismo es desmesurado, y además se trata de alimentos poco nutritivos.
- En caso de tener dificultades para perder peso, es recomendable consultar a un profesional: antes de intentar seguir cualquier tipo de dieta estricta por tu cuenta, consulta con tu médico o acude a un nutricionista, nadie mejor que ellos para aconsejarte y darte la mejor solución.
- En caso de “ataques de hambre” optar por lácteos desnatados, frutas o barritas de cereales.
- Huir de las “dietas milagro”. No podemos pretender perderlos igual de rápido que los hemos cogido. Paciencia y constancia.
- Moderar el consumo de alcohol. Tiene un alto aporte calórico.
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