En las revisiones ginecológicas es muy común realizar una citología vaginal, también conocida como Prueba de Papanicolau. ¿En qué consiste esta prueba? ¿Cuál es su objetivo? A continuación, resolveremos las dudas habituales que envuelven la citología vaginal. Hablaremos también sobre su importancia a la hora de detectar y prevenir enfermedades graves, como es el cáncer de cuello uterino.
¿Qué es una citología vaginal?
La citología vaginal es una prueba que realiza el ginecólogo a la paciente, con el objetivo de diagnosticar lesiones precursoras o el propio cáncer de útero. También es capaz de detectar otras enfermedades como el virus del papiloma humano (VPH) u otras afecciones causadas por hongos o bacterias.
La citología es una técnica indolora que dura apenas unos minutos. Mediante la introducción de un cepillo y una espátula, realizando un raspado suave, se obtiene una muestra de las células del interior y exterior del cuello del útero, las cuales son enviadas al laboratorio para analizar y elaborar un diagnóstico.
¿Cuándo debo hacerme una citología?
Según aconseja la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), las mujeres deberían realizarse una citología a partir de los 25 años. Además, para llevar un seguimiento adecuado, deberían repetirla cada 3 años – si la paciente tiene entre 25 y 30 – y cada 5 años desde los 30 hasta los 65.
Cabe destacar que existen ciertos casos en los que es recomendable realizar la prueba con una frecuencia anual para llevar un mayor control y tener controlados los factores de riesgo:
- Si existen antecedentes de ciertas enfermedades ginecológicas
- Si la paciente presenta de verrugas genitales a causa del VPH (Virus del Papiloma Humano)
- Si las citologías anteriores han sido positivas o muestran resultados poco concluyentes
- Si se tiene una vida sexual muy activa
- Si la paciente se encuentra inmunodeprimida
Asimismo, es fundamental seguir las indicaciones y recomendaciones de tu ginecólogo habitual y acudir a tantas revisiones como sean necesarias.
¿Cómo puede ayudarme la citología con el cáncer de útero?
Como hemos comentado, la citología ginecológica es nuestra gran aliada a la hora de prevenir y detectar enfermedades o anomalías presentes en el útero de la mujer. Es más, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) afirma que la citología ginecológica ha conseguido reducir en torno a un 70-80 % la mortalidad y la incidencia del cáncer de cuello uterino.
Una vez realizada la citología, en caso de que las células no presenten anomalías, el diagnóstico será negativo, y por lo tanto no habrá presencia de enfermedades o infecciones. Pero, si por el contrario el resultado es positivo, significa que las células de origen cervical estudiadas son anómalas y existe alguna patología, puesto que estas células pueden advertir de enfermedades cancerígena y precancerígenas.
En caso de resultado positivo, el siguiente paso consiste en una exploración del cuello uterino, la vagina y vulva, de manera que el ginecólogo pueda detectar a qué enfermedad hacemos frente y proporcionar a la paciente el tratamiento más adecuado.
¿Algo más que deba saber?
La respuesta es sí. Para que los resultados de la citología realizada sean concluyentes, la paciente debería evitar acudir a la cita durante la menstruación, así como abstenerse de mantener relaciones sexuales hasta 48 horas antes de la cita. Además, es también necesario evitar los tratamientos con óvulos o espermicidas los días previos a la prueba y no realizar lavados internos, pues el diagnóstico podría verse alterado.
Desde las cínicas IVI
Muchas mujeres tienen miedo a realizarse pruebas como esta, pero lo cierto es que marcan una gran diferencia a la hora de detectar enfermedades a tiempo y poder combatirlas. Esto es especialmente relevante si hablamos del cáncer de cuello uterino.
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