Ansiedad e infertilidad están muchas veces ligadas. La dificultad para tener un hijo es una cuestión que afecta emocionalmente a quienes lo intentan, especialmente si la búsqueda se alarga en el tiempo. Cuando el embarazo tarda en llegar, la sensibilidad se dispara. De la misma manera, el diagnóstico de infertilidad supone en muchas ocasiones un mazazo para el estado de ánimo.
Hoy hablamos de infertilidad y salud emocional. En IVI sabemos bien que nuestros pacientes atraviesan a veces momentos complicados, por eso contamos con unidades de Apoyo Emocional especializadas en estos casos. Os proponemos unas pautas para normalizar el proceso y asumir el diagnóstico de la mejor manera.
La carga mental de las mujeres
No hay estudios concluyentes sobre la influencia del estrés sobre las dificultades para tener un hijo. Sin embargo, sabemos que no poder conseguir ese sueño sí conlleva problemas de ansiedad e incluso puede provocar depresión. Coincidiendo con el Día Mundial de la Depresión, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que las mujeres asumen una mayor carga mental ante un diagnóstico de infertilidad.
Efectivamente, el 22% de las pacientes de reproducción asistida sufren ansiedad a lo largo del tratamiento y un 10% presentan síntomas de depresión. Las mujeres sienten más la estigmatización social y sufren en mayor medida estrés emocional y baja autoestima ante la infertilidad. Esto hace que, en ocasiones, el tratamiento resulte difícil de afrontar ya que el miedo al fracaso supera a la ilusión.
La doctora Mayte López, psicóloga y subdirectora de IVI Vigo y A Coruña, habla de la necesidad de priorizar la gestión de las emociones en procesos de infertilidad. “Muchas veces nos centramos en lo clínico, pero las emociones son una parte fundamental del tratamiento. Es común que los futuros padres o madres experimenten altibajos en su día a día. La infertilidad hay que afrontarla como un proceso en sí mismo, ya que normalmente no formaba parte de nuestro plan de vida. Cada paciente lo exterioriza de una forma diferente, pero es importante liberar las emociones. De lo contrario, puede surgir un problema crónico que desencadene situaciones más complicadas a nivel de salud mental”.
Ansiedad e infertilidad: asumir las emociones
El primer ejercicio mental es asumir la ansiedad y el miedo a lo desconocido como algo normal. Los pacientes deben reconocer estas emociones y aprender a vivir con ellas. El problema es que muchas veces los niveles de ansiedad no dejan de crecer y ello impide ver la realidad como es, con las expectativas ajustadas a cada caso. Comienza entonces una espiral negativa que puede conducir a un contexto ansio-depresivo.
La Dra. López explica cómo gestionar y normalizar las emociones en consulta. “Sentirse vulnerable y con menos sensación de control es normal. No obstante, si esa preocupación comienza a interferir en el día a día y las emociones nos llevan a lugares oscuros, es necesario hablar con un profesional. Si no, el problema se hará más grande y puede derivar en un cuadro depresivo. En consulta, ayudamos a entender y ordenar esas emociones. Y lo más importante, aportamos las herramientas necesarias para gestionarlas. Todo ello ayudará a cada persona a entender su proceso individual”.
Pautas para convivir con la infertilidad
¿Cuáles son esas herramientas para la gestión de las emociones? La doctora detalla aquí algunas de esas pautas para convivir con la infertilidad, enfocadas a los pacientes y también a su entorno.
Aceptar y normalizar
En primer lugar, hay que aceptar la infertilidad y normalizarla. Se trata de una enfermedad reconocida por la OMS y muy extendida, por lo que debemos asumir que necesitamos ayuda sin sentirnos mal. Esto, aunque es complejo, será el punto de partida para afrontar el proceso de la mejor manera.
Integrar el tratamiento en el día a día
Es fundamental confiar en el equipo médico y recordar las tasas de éxito de la medicina reproductiva son muy altas. Para ello también debemos seguir las pautas del especialista e integrar el tratamiento en la rutina del día a día.
Confiar en el equipo médico
Es normal que, ante la incertidumbre del diagnóstico, se recurra a internet para buscar respuestas. Pero no debemos olvidar que el exceso de información, más aún sin contrastar, es peligroso y contraproducente. Corremos el riesgo de asimilar conceptos erróneos sobre el diagnóstico y el tratamiento. Por eso es fundamental confiar siempre en el equipo médico y consultar con ellos cualquier duda que surja.
Centrarse en el día a día
Anticipar acontecimientos genera más ansiedad y muchas veces lleva a conclusiones que no se producen nunca. Centrarnos en el día a día ayudará a disminuir los pensamientos intrusivos.
Buscar ayuda psicológica para gestionar ansiedad e infertilidad
La ansiedad aguda o la depresión no desaparecen por sí solas. Buscar ayuda en determinados momentos es importante para aliviar la carga emocional. No olvidemos que el estrés tampoco beneficia a las relaciones de pareja, llegando a ser un freno en la libido e incluso causando disfunciones sexuales.
“Somos humanos y, si la sensación de ansiedad nos supera y creemos que podemos estar experimentando síntomas depresivos, es el momento de tomar cartas en el asunto y acudir a un profesional que nos ayude a gestionarlo”, explica la Dra. López.
Cuidar el lenguaje
Hay frases que no ayudan y reflejan falta de empatía. “Deja de pensarlo” o “cuando te relajes, lo conseguirás” son algunos ejemplos. El entorno debe ser consciente y los pacientes también pueden indicárselo a su círculo de confianza. En este sentido IVI lanzó el manifiesto “El Lenguaje de la Fertilidad” para romper tabús y contribuir a un mensaje más empático en distintos ámbitos de la sociedad.
La necesidad de personalizar los tratamientos
En IVI somos conscientes de que cada caso es único y por eso personalizamos al máximo los protocolos. Esto no solo se circunscribe a los tratamientos, sino también a la ayuda psicológica que cada paciente necesita. No hay dos personas iguales. Algunas asumen la infertilidad de manera natural, mientras que para otras puede llegar a ser muy traumático. Debemos evitar comparar casos. Es algo que puede hacer sufrir más a la persona que está en tratamiento y podemos incurrir en errores médicos. Solo el especialista tiene toda la información sobre cada diagnóstico.
Si deseas contactar con IVI para hacer realidad tu sueño de tener un hijo, recuerda que también te ayudaremos con los altibajos que el tratamiento pueda provocarte. Puedes llamarnos o rellenar nuestro formulario y el equipo te dará una primera cita para iniciar tu proyecto.
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