La Microinyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI, por sus siglas en inglés) se recomienda en los casos de infertilidad masculina, posibilitando así la fecundación. Este procedimiento consiste en la extracción de un espermatozoide a partir de una muestra de semen o mediante una biopsia testicular para seleccionar los espermatozoides más adecuados.
La Inyección Intracitoplasmática (ICSI) es una técnica de reproducción asistida incluida en el tratamiento de FIV que ha permitido conseguir con éxito el embarazo en las parejas diagnosticadas de un factor masculino severo.
El varón deberá proporcionar una muestra de semen o realizarse una biopsia testicular- en caso necesario-, para extraer y seleccionar los mejores espermatozoides que serán utilizados para la fecundación de los ovocitos.
La Inyección Intracitoplasmática permite la unión directa del óvulo y del espermatozoide facilitando la fecundación. Un espermatozoide con baja movilidad o mala morfología tendría mayor dificultad para conseguirlo de forma natural o mediante la técnica de FIV clásica.
La estimulación ovárica en la FIV consiste en la administración de unas inyecciones diarias que conseguirán que los ovarios, en vez de producir un único óvulo- que es lo que hacen de forma espontánea cada mes-, produzcan más ovocitos para poder llegar a obtener un mayor número de embriones. El tratamiento se realiza en las clínicas de reproducción de IVI y dura entre 10 y 20 días, en función del protocolo utilizado y la velocidad de respuesta de cada paciente. Durante el mismo, se realizan ecografías seriadas (unas 3 ó 4) y se determina el estradiol en sangre para comprobar que el crecimiento y la evolución de los folículos es el adecuado.
Cuando se comprueba por medio de ecografía que los folículos han alcanzado el tamaño adecuado y se considera que ya hay disponibles un número adecuado de óvulos, se programa la punción folicular alrededor de 36 horas después de la administración de una inyección de hormona hCG que induce la maduración ovocitaria de forma similar a como tiene lugar en el ciclo natural. La punción se realiza en quirófano y bajo sedación, con el fin de que la paciente no sienta ningún tipo de molestia durante el procedimiento, cuya duración es de 15 minutos aproximadamente.
Una vez disponemos de los óvulos tras la realización de la punción folicular y se han seleccionado los espermatozoides de mejor movilidad y morfología, se procederá a la microinyección de los óvulos. Durante el proceso en el que se realizará la ICSI, se coloca el espermatozoide seleccionado dentro de una minúscula pipeta y es inyectado directamente dentro del óvulo. De esta manera, facilitamos al máximo la fecundación y los embriones obtenidos se desarrollarán durante 3 a 5 días en el Laboratorio, antes de ser transferido nuevamente al útero materno.
Los embriones resultantes tras la fecundación de los óvulos son observados en el laboratorio día tras día, y son clasificados según su morfología y capacidad de división. Algunos embriones pueden llegar a bloquearse en su desarrollo, y serán descartados al ser considerados como no viables.
El transfer consiste en la introducción de los mejores embriones dentro del útero materno con la ayuda de una cánula especialmente diseñada para ello. El procedimiento se lleva a cabo en el quirófano, aunque en este caso no es preciso realizar sedación, ya que es un proceso rápido e indoloro.
Una vez realizada la transferencia embrionaria, se lleva a cabo la vitrificación de los embriones de buena calidad no transferidos, con el fin de poder ser utilizados en un ciclo posterior sin necesidad de estimulación ovárica.
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