- Actualmente, en lugar de valorar si se realizan los tratamientos en fresco o en diferido, se opta por personalizar los tratamientos en función de las necesidades de cada paciente
- El tratamiento en fresco facilita la reducción de tiempo y costes
LISBOA, 17 DE JUNIO DE 2015
Hasta hace poco tiempo, se pensaba que la receptividad del endometrio podría ser menor durante la estimulación ovárica controlada, por razones morfológicas, bioquímicas y cambios genéticos. Varios estudios han sugerido a lo largo de los últimos años que la mejor solución era realizar las transferencias embrionarias en un ciclo en diferido, con los embriones previamente congelados, puesto que se pensaba que el endometrio podría estar mejor preparado y no tan sobre-estimulado como cuando se llevaba a cabo la transferencia de embriones en fresco.
La congelación de los embriones y su posterior transferencia en diferido, una vez habiéndose preparado el endometrio, no mejora los resultados de éxito en relación a los embarazos y la tasa de recién nacidos vivos cuando la comparamos con la transferencia de embriones en fresco, una vez han sido fecundados. Esta conclusión es la que se desprende de la investigación ‘Elective frozen embryo transfer does not improve reproductive outcome in normo-responder patients compared to fresh embryo transfer’ que el doctor de IVI, Ernesto Bosch, presenta en el 31º Congreso de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE), que se celebra este año en Lisboa.
Según el Dr. Bosch, director del área de Medicina Reproductiva en IVI Valencia, “este estudio evidencia que, en población estándar, y una vez descartadas algunas circunstancias concretas como la aparición de patología endometrial o presencia de niveles hormonales inadecuados, se obtienen resultados similares en los tratamientos realizados en fresco y en diferido. Así, hemos conseguido demostrar que la congelación de los embriones y su consiguiente transferencia, en comparación con la transferencia de los embriones en fresco no presentan diferencias en cuanto a las tasas de éxito de embarazo y recién nacidos vivos”. “Sin embargo, a pesar de conocer este dato tan relevante para la medicina reproductiva y a sabiendas de que la mayor parte de los tratamientos se hacen en fresco, seguimos personalizando los tratamientos, así como el tipo de transferencia que necesita cada una de nuestras futuras madres para lograr las mejores tasas de éxito”, aclara el doctor.
Asimismo, este estudio muestra que los resultados no justifican un cambio en la práctica que se lleva a cabo actualmente en los tratamientos de fecundación in vitro, haciendo que estas siempre sean en diferido y con los embriones previamente vitrificados, sino que la realización del ciclo en fresco beneficia a las pacientes desde el punto de vista del coste del tratamiento, así como del tiempo que tardan las mujeres en quedarse embarazadas.