- Estos organoides son estructuras tridimensionales cultivadas en laboratorio a partir de células, que imitan la forma y función del órgano o tejido de referencia
- Uno de los usos más prometedores de estos organoides ováricos es la preservación y restauración de la fertilidad en mujeres que han sufrido daños ováricos como consecuencia de tratamientos oncológicos
- En el caso de los organoides endometriales humanos combinados con hidrogeles híbridos de matriz extracelular, esta innovación abre la puerta a la regeneración uterina y restaurar su funcionalidad en tratamientos para el síndrome de Asherman, el endometrio fino o la atrofia endometrial, patologías causantes de infertilidad
SAN ANTONIO (TEXAS), 29 DE OCTUBRE DE 2025
Replicar en laboratorio estructuras tridimensionales u órganos a partir de células se está postulando como la siguiente revolución en investigación biomédica, ofreciendo modelos preclínicos más precisos que los animales o las líneas celulares bidimensionales. Estos permiten estudiar los órganos de una manera más precisa, dando la posibilidad de ver cómo les afectan diferentes patologías o ciertas toxicidades a drogas y medicamentos, así como valorar soluciones terapéuticas más eficientes y personalizadas.
En este sentido, la doctora Irene Cervelló, investigadora principal del grupo de “Células Madre y Bioingeniería Uterina” de la Fundación IVI y el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe de Valencia, junto con la estudiante predoctoral María Gómez, han presentado en el congreso ASRM sendos trabajos sobre bioingenería del tracto reproductor femenino que abren la puerta para muchas mujeres con problemas reproductivos derivados de daño ovárico o mala calidad endometrial, ya sea a nivel fisiológico o derivado de patologías previas como cáncer o el síndrome de Asherman, una condición en la que se forma tejido cicatricial en forma de adherencias dentro del útero.
Por un lado, en la parte ovárica, el póster científico “Derivation of human ovarian organoids from cryopreserved cortex tissue: a step forward in reproductive bioengineering”, presenta la creación de organoides ováricos humanos a partir de tejido ovárico criopreservado donado por pacientes con cáncer no ginecológico que preservaron su fertilidad antes del tratamiento, pero luego decidieron no usar el tejido.
Y es que estos organoides imitan la forma y función del ovario humano, por lo que este estudio proyecta usos prometedores de esta tecnología en la preservación y restauración de la fertilidad en mujeres que han sufrido daño ovárico previo, como consecuencia de tratamientos oncológicos, por ejemplo.
El desarrollo de estos organoides no solo representa un paso importante en la investigación reproductiva, sino que también impulsa la innovación en terapias regenerativas y la medicina personalizada en fertilidad femenina. Así lo explica la Dra. Cervelló: “Este avance supone una innovación clave en bioingeniería ovárica, ya que a partir de organoides epiteliales ováricos sanos extraídos de corteza ovárica humana criopreservada se generarían modelos ováricos funcionales para estudiar su fisiología, evaluar la toxicidad de fármacos y desarrollar terapias individualizadas para muchas mujeres”.
La regeneración uterina, una nueva vía gracias a los hidrogeles híbridos de matrix extracelular
Por otro lado, en la parte endometrial, la presentación oral titulada “Human endometrial organoids and hybrid extracellular matrix hydrogels: a novel bioengineering strategy for uterine regeneration in preclinical models”, introduce una innovadora combinación de organoides endometriales e hidrogeles híbridos de matrix extracelular para la regeneración de tejido uterino en modelos preclínicos. Sus resultados abren la puerta a nuevos tratamientos para patologías como el síndrome de Asherman, el endometrio fino o la atrofia endometrial. “El endometrio, como capa interna del útero, es muy importante en el proceso de fertilidad, ya que en cada ciclo menstrual se engrosa y especializa para que el embrión pueda implantar y se produzca el embarazo”, comenta la Dra. Cervelló.
Para ello, se creó un hidrogel mezclando tejido endometrial porcino descelularizado con PuraMatrix. Los organoides fueron embebidos en este hidrogel e inyectados en úteros dañados de ratonas y, posteriormente, se analizó la estructura del endometrio, la regeneración de glándulas, la vascularización, la fibrosis, y diferentes marcadores moleculares.
Los resultados fueron un mayor espesor endometrial y un aumento en el número de glándulas similares al tejido sano, una mayor formación de vasos, una menor fibrosis comparada con grupos sin células, y la reducción significativa de la muerte celular relacionada con el estrés oxidativo. A nivel molecular, el tejido tratado mostró una expresión génica más parecida al endometrio sano, con activación de rutas relacionadas con regeneración y disminución de procesos fibróticos.
“Nuestra experiencia es que la combinación de organoides humanos y un hidrogel híbrido promueve una regeneración efectiva del endometrio en modelos de daño severo, tanto a nivel estructural como molecular. Esta estrategia de bioingeniería ofrecería un modelo eficaz para reparar tejidos uterinos dañados y restaurar su funcionalidad en causas comunes de la infertilidad femenina, lo cual es muy esperanzador” , concluye la experta.