- Pasados 4 años del tratamiento oncológico, la mayoría de los pacientes recuperan concentración y movilidad espermática, pero poco se sabía de cómo el tratamiento afectaba a la epigenética del espermatozoide en humanos, el mecanismo que modifica los genes y tiene la capacidad de activar o silenciar su expresión
- Este estudio, el mayor realizado hasta la fecha, sugiere que se produjeron cambios en el metiloma del esperma de pacientes supervivientes de cáncer testicular en base a muestras tomadas pre y post tratamiento oncológico. Este hallazgo asienta las bases para poder seguir estudiando las posibles consecuencias de esta alteración en la información genética del esperma
- El cáncer de testículo tiene una baja incidencia poblacional (1%) y cuenta con una alta tasa de supervivencia (95%). Es más frecuente en hombres de entre 20 y 34 años, en plena edad fértil, por lo que los expertos recomiendan siempre congelar un par de muestras de manera preventiva antes de comenzar el tratamiento
ÁMSTERDAM, 05 DE JULIO DE 2024
La literatura científica ha demostrado que, pasados 4 años del tratamiento oncológico, los espermatozoides suelen recuperar sus características previas al tratamiento. Pero hasta ahora, había pocos datos disponibles en humanos respecto a cómo estos fármacos pueden afectar al epigenoma del esperma. Y es que esta serie de compuestos químicos que se unen al ADN (genoma) tienen la capacidad de modificar sus genes, activando o silenciando su expresión.
Así lo explica el estudio “Sperm DNA methylome changes in testicular cancer patients following chemotherapy treatment”, presentado en el 40º Congreso ESHRE en Ámsterdam, que analiza las consecuencias del tratamiento de quimioterapia indicado generalmente para cáncer testicular.
“Los resultados fueron claros: tras aislar el ADN espermático, el análisis de enriquecimiento funcional de los genes afectados identificó 65 regiones metiladas diferencialmente. En concreto, el estudio reveló que los procesos biológicos más afectados fueron la regulación del proceso biosintético de macromoléculas, la unión de receptores hormonales y las vías de señalización que regulan la pluripotencia de células madre y vías en cáncer”, comenta la doctora Marga Esbert, bióloga y coordinadora de investigación de IVI Barcelona.
Se trata del estudio más amplio realizado hasta la fecha en supervivientes de cáncer testicular. Para garantizar la comparabilidad del estudio, todas las muestras estudiadas fueron congeladas. Tanto las tomadas previamente al tratamiento oncológico, como aquellas realizadas una vez superada la enfermedad, ya que la criopreservación puede alterar la epigenética de la muestra espermática.
“Sabíamos que los tratamientos contra el cáncer en general y la quimioterapia en particular podían causar daños en la integridad del ADN espermático y aneuploidía, pero que transcurridos unos años este daño era reparado. Con este nuevo estudio, hemos visto que la epigenética del espermatozoide también cambia tras superar un cáncer testicular, pero que estas modificaciones siguen manifestándose 4 años después”, aclara la Dra. Esbert.
El cáncer de testículo tiene una baja incidencia (1%) y un alto porcentaje de recuperación en torno al 95%. Lógicamente, una de las mayores preocupaciones de los pacientes es poder ser padres una vez superado el cáncer. Por todo ello, los especialistas siempre recomiendan un buen asesoramiento en colaboración con el oncólogo para poder asegurar que la información genética seminal sigue intacta tras la quimioterapia. “Este paso es muy importante, ya que el rango de edad de este tipo de cáncer abarca prácticamente el pico de edad fértil, de los 20 a los 34 años. Informar al paciente desde la consulta oncológica en el momento del diagnóstico es clave para así poder disponer del material genético intacto tras todo el proceso del tratamiento del cáncer prescrito por el especialista”, concluye la doctora.