• Este hallazgo confirma que la futura madre es capaz de modificar la genética de su futuro hijo aun cuando el óvulo es de otra mujer, como sucede en los casos de ovodonación
• Los hábitos de la gestante son determinantes en el desarrollo embrionario, modificando el genoma del embrión para bien o para mal
VALENCIA, 22 DE SEPTIEMBRE 2015
Un estudio de la Fundación IVI (FIVI) titulado Hsa-miR-30-d, secreted by the human endometrium, is taken up by the pre-implantation embryo and might modify its transcriptome, publicado en la revista científica Development, por los investigadores de IVI, Felipe Vilella y Carlos Simón -director científico FIVI-, demuestra por primera vez en la historia de la genética, algo que ya propuso Barker en 1990 cuando dijo que “lo que sucede en el útero materno es más importante que lo que sucede en la casa tras el nacimiento”: la comunicación entre gestante y embrión, dando lugar a modificaciones en el genoma del futuro bebé.
Este trabajo demuestra que la madre puede modificar la información genética del hijo, aun cuando el óvulo es de una donante o entre gestante subrogada y bebé, lo que cambia por completo el paradigma de la ovodonación y subrogación de útero, abriendo la puerta a la esperanza de aquellas madres que tienen que recurrir a la donación ovocitaria para cumplir sus deseos reproductivos y alertando a aquellas que optan por una subrogación, sobre la importancia de la madre de sustitución y la información que emana.
“Este hallazgo nos muestra que existe un intercambio entre endometrio y embrión, algo que ya sospechábamos por la coincidencia de algunos rasgos físicos entre madres e hijos de ovodonación así como por la incidencia de enfermedades de los niños relacionados con patologías maternas durante la gestación como obesidad o tabaquismo”, explica el investigador Felipe Vilella.
Determinadas condiciones a las que se someten las mujeres acaban modificando sus células (también las del endometrio): el tabaquismo o la obesidad, lo hacen. Esto produce que el líquido endometrial cambie también y en su secreción, se encuentre la liberación de información genética de la gestante que es tomada por el embrión, modificando así su desarrollo.
“Esta comunicación puede inducir a que en el embrión se expresen o se inhiban funciones específicas dándose lugar a modificaciones que nos muestra el proceso de transmisión de enfermedades como la Diabetes o la Obesidad”, han explicado los investigadores, “así pues esta publicación abre la puerta a poder evitar este tipo de enfermedades cuando su causa es epigenética. Sabiendo que existe esta transmisión, en el futuro podremos detectar cómo cortarla acabando con la tónica de madres obesas, hijos obesos o en los países en los que se permite la subrogación de útero, darle más importancia al historial de hábitos previos a la gestación, de la gestante.