• Lo que importa es la calidad de las relaciones con sus familias en vez de la estructura familiar, afirman los expertos
• El 22% de las parejas que comienzan un tratamiento de RA lo abandonan por desgaste psicológico, preocupaciones y creencias erróneas
SEVILLA, 6 DE ABRIL 2013
Los cambios sociales a los que asistimos y los avances en reproducción asistida han hecho que actualmente convivan distintos tipos de familias. El funcionamiento y estructura de la nuevas familias y el bienestar de los niños concebidos por reproducción asistida ha sido uno de los temas principales abordados dentro de la sesión de psicología de la reproducción del V Congreso sobre Medicina Reproductiva, que estos días se está celebrando en Sevilla.
Hoy en día las familias de reproducción asistida pueden formarse desde diferentes orígenes: mediante un donante de esperma, una donante de óvulo, una madre de alquiler, además de los progenitores que serán los padres. Asimismo, el crecimiento de familias gays, lesbianas y las que son formadas por madres solteras e incluso por hombres heterosexuales también son una nueva forma de familia que se está observando en América, según ha destacado la doctora Susan Golombok, catedrática de Investigación de Familia y directora del Centro para la Investigación Familiar de la Universidad de Cambridge.
A lo largo de la sesión se ha debatido acerca de una de las preocupaciones que gira en torno a los niños gestados por reproducción asistida: su desarrollo y crecimiento emocional. Tal como reseñó la doctora Golombok, se creía que quizás podía ser difícil crecer con una madre o padre cuyo vínculo no sea genético, sin embargo, los estudios disponibles muestran cómo los niños tienen un buen crecimiento y desarrollo en el ámbito familiar. “Lo que importa es la calidad de las relaciones con sus familias en vez de la estructura familiar o si están genéticamente relacionados con su madre o su padre o si tienen dos padres o dos padres, siempre que la relación sea buena, entonces los niños se desarrollan con normalidad”, añade la doctora Golombok.
Otra de las cuestiones tratadas, ha sido el debate abierto sobre si comunicar a los hijos gestados a través de reproducción asistida, especialmente de donación de gametos, el origen de su concepción. En España la ley no contempla nada respecto a la obligación de los padres de informar a sus hijos nacidos bajo este proceso, por lo tanto, da total libertad a los padres para que ellos decidan.
La doctora Golombok, experta en nuevas familias, ha trasladado la importancia de que los padres sean abiertos con sus hijos y cuanto más pequeños mejor. La ponente lo ha comparado con los padres adoptivos y ha manifestado que “la edad ideal para informar a los hijos sobre este tema es a los tres o cuatro años, para que así cuando vayan creciendo puedan hacer preguntas y lo afronten con normalidad”.
EL 22% DE LAS PAREJAS ABANDONA EL TRATAMIENTO DE REPRODUCCIÓN ASISTADA
Dentro de la misma sesión, se ha abordado la forma en que las parejas viven la reproducción asistida y las dificultades e inquietudes que presentan durante el proceso y que hacen que el 22% que decida comenzar un tratamiento, lo abandonen.
La doctora Jacky Boivin, jefa investigadora de la Universidad de Cardiff, otra de las ponentes presentes en este foro, ha señalado la preocupación crónica que padecen muchas parejas que se someten a un tratamiento de RA. “Éstas tienen que hacer frente a las preocupaciones propias sobre el procedimiento, como son las dudas naturales sobre los resultados y la relación con profesionales que no conocen.” El desgaste psicológico, el estrés, las preocupaciones o que haya extraños dentro de la pareja, son algunas de las razones que han dado las propias parejas cuando se les ha preguntado por qué han dejado el tratamiento prematuramente, tal como ha indicado la experta.
En el caso de las parejas españolas se ha puesto de manifiesto la carga adicional que poseen en comparación con las de otros países. La creencia de que los tratamientos de fertilidad provocan problemas emocionales hace que comiencen el proceso con más miedo y a esto se suman más preocupaciones sobre el coste económico por el clima financiero y la crisis actual.