- La transferencia de un único embrión (SET) es un factor importante en la drástica reducción de los embarazos múltiples y su consecuente efecto negativo sobre madres e hijos
VALENCIA, 25 DE FEBRERO DE 2020
Cada año nacen más de 20 millones de bebés con un peso al nacer inferior a 2.500 gramos –la gran mayoría en países en desarrollo–, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Históricamente, se ha asociado la reproducción asistida con el nacimiento de bebés con bajo peso, pero los últimos datos que se desprenden de un estudio llevado a cabo por IVI muestran que, por primera vez desde la llegada de la fecundación in vitro (FIV) hace más de cuatro décadas, los bebés nacidos con la ayuda de técnicas de reproducción asistida presentan un peso similar al de los nacidos por vía natural.
“Hemos trabajado duro para conseguir revertir el porcentaje de bebés nacidos con bajo peso y asemejarlo al obtenido en embarazos espontáneos a término, y hoy podemos afirmar que menos del 8% de los bebés concebidos en alguno de los centros IVI en 2019 presentaron bajo peso al nacer. Teniendo en cuenta que el porcentaje en el caso de bebés concebidos naturalmente, según los últimos datos conocidos al respecto que datan de 2017, se sitúa en un 7,8%, esta es una cifra esperanzadora que permite desmontar algunos de los estigmas que han marcado el campo al que nos dedicamos. Nuestro objetivo ha sido y sigue siendo asemejar la reproducción asistida a los embarazos logrados por métodos naturales, y cifras como estas nos muestran que vamos bien encaminados”, comenta el doctor Antonio Requena, director médico de IVI.
No todos los bebés que nacen con bajo peso son prematuros. Se estima que entre el 3-5% de los bebés nacidos a término se sitúan en la parte inferior de las tablas de talla y peso, lo cual no significa que vayan a tener un desarrollo anormal.
«En poco más de 15 años, hemos visto una reducción de más del triple en el riesgo de bajo peso al nacer en bebés de FIV. Este hecho tranquiliza a los pacientes, ya que es evidente que la FIV de hoy ya no equivale a gemelos prematuros que pueden pasar semanas en la unidad neonatal, sino a un bebé sano, nacido con el mismo peso que un bebé concebido de forma natural», añade el Dr. Requena.
La disminución del riesgo viene muy ligada a la transferencia de un único embrión (SET, por sus siglas en inglés), práctica que actualmente llevan a cabo todas las cínicas IVI y que permite a los médicos reducir drásticamente las gestaciones múltiples –de hecho, en la última década este tipo de embarazos se han reducido un 75%- y aumentar las posibilidades de embarazo a término y nacimiento de un bebé sano.
“En IVI, el 100% de las transferencias que realizamos son de un único embrión, y la tasa de gemelos es de apenas 3%, a la par de la tasa nacional de gemelos concebidos de forma natural, que es del 2,4%, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés)”, comenta el Dr. Requena.
La reducción progresiva del riesgo de bajo peso al nacer ha coincidido con importantes avances en la medicina reproductiva en las últimas dos décadas. Los presentes hallazgos apuntan hacia avances importantes para la seguridad y el éxito de la FIV y, por ende, para la mejora continua en los resultados y experiencia de los pacientes que depositan en IVI su deseo de ser padres.
«Los bebés nacidos con nuestra ayuda, y gracias al SET, presentan un peso similar al de los bebés concebidos de forma natural y tasas de embarazo a término parecidas a las de los bebés concebidos naturalmente. En pocas palabras, estas cifras son una evidencia de que la brecha se cierra entre la FIV y la concepción natural, y es una muy buena noticia para quienes luchan contra la infertilidad«, concluye el especialista.