- El uso de nitrógeno granizado a -210ºC para la vitrificación de embriones podría incrementar la tasa de supervivencia de los mismos respecto al nitrógeno líquido convencional a -196ºC
- Las pruebas genéticas preimplantacionales no invasivas para aneuploidía se erigen como punto de partida para la mejora de resultados en cuanto a su fiabilidad como herramienta de diagnóstico útil
VALENCIA, 22 DE OCTUBRE DE 2020
Termina la 76º edición del Congreso de la Sociedad Americana para la Medicina Reproductiva (ASRM), uno de los encuentros más importantes de Reproducción Asistida del mundo, donde investigadores y especialistas del ámbito reproductivo se han dado cita para compartir con sus colegas de profesión los últimos avances en Medicina Reproductiva, perfilando así el futuro de esta especialidad que tantos sueños ayuda a cumplir.
En esta ocasión, y dada la situación sanitaria global, la cita ha tenido lugar de manera virtual, entre el 17 y el 21 de octubre. En este foro, IVIRMA ha presentado un total de 74 trabajos con importantes logros para el sector en cuanto a seguridad y éxito se refiere: “Cada año compartimos nuestros hallazgos más destacados en el congreso de la ASRM. Alcanzamos estos resultados gracias a nuestro compromiso con la investigación científica. Somos conscientes de que estos estudios marcarán las líneas a seguir para aumentar a cada paso las tasas de éxito de los tratamientos, siempre primando la seguridad de nuestros pacientes. Tenemos el objetivo de darles una razón, no solo para tener esperanza, sino también confianza en que lograrán su sueño de ser padres”, comenta el doctor Antonio Requena, director médico de IVI.
La seguridad se erige, hoy más que nunca, como pilar fundamental para IVI y sus profesionales. Por ello, este año muchos de los proyectos de investigación de IVI se enfocan en la seguridad y la precisión, con el objetivo de ofrecer las mayores garantías a las mujeres y parejas que depositan en ellos su mayor deseo.
“Uno de nuestros estudios presentados en la edición de la ASRM de este año muestra cómo el uso de nitrógeno granizado a -210ºC para la vitrificación de embriones podría incrementar la tasa de supervivencia de los mismos. Nuestros investigadores han observado que la criopreservación del blastocisto en nitrógeno granizado da como resultado una mayor supervivencia tras la descongelación debido a la reducción de la toxicidad asociada a la vitrificación en comparación con el nitrógeno líquido convencional a -196ºC – empelado actualmente en la preservación de gametos y embriones. Esto es prometedor para la mejora de la eficiencia al criopreservar embriones para su uso posterior y para la optimización de los resultados de la fecundación in vitro”, explica el Dr. Requena.
Además, dos estudios de IVI de gran tamaño analizaron la precisión de las pruebas genéticas preimplantacionales: uno mediante biopsia de trofoectodermo y otro, con un enfoque no invasivo, analizando el medio de cultivo de los embriones.
“Es importante destacar nuestros estudios en relación a la verificación de información de las pruebas del genoma. Actualmente, las pruebas genéticas preimplantacionales para aneuploidía (PGT-A) se realizan mediante análisis de biopsias de trofoectodermo. Aquí, informamos de la validación de una plataforma de PGT-A que hemos desarrollado, que proporciona una precisión del 100% en la predicción de embriones que no implantarán”, apunta el Dr. Requena.
“Además, hemos analizado la fiabilidad de una plataforma de pruebas genéticas preimplantacionales no invasivas para aneuploidía (niPGT-A). Desafortunadamente, por el momento, la niPGT-A parece carecer de la precisión suficiente para ser asumida como herramienta de diagnóstico útil. ¿Nuestro reto? Seguir trabajando para afinar los resultados de este tipo de técnicas”, concluye el Dr. Requena.