• Las Palmas de Gran Canaria y Vigo concentran el mayor número de mujeres con sobrepeso frente a las clínicas de Zaragoza y Alicante que tienen las más delgadas
• El ambiente uterino en el que se forma el bebé influye a la hora de que desarrolle patologías en el futuro, como la diabetes
Valencia, 20 de junio de 2013
La prevalencia mundial de la obesidad ha aumentado considerablemente en las últimas décadas, convirtiéndose en uno de los mayores problemas de salud del siglo XXI. En Europa la prevalencia de la obesidad pasó en la últimas décadas del 4% al 28,3% en hombres y del 6,2% al 36,5% en las mujeres. Concretamente, en lo referente a las mujeres embarazadas, entre un 20-40% son obesas o alcanzan un exceso de peso en el embarazo.
Ante esta situación, las cifras que se desprenden de un estudio interno realizado entre 9.122 pacientes de las dieciséis clínicas nacionales del Grupo IVI durante el pasado año 2012, reflejan que el 22% de las mujeres que se someten a un tratamiento de reproducción asistida para formar una familia tienen problemas de sobrepeso.
Teniendo en cuenta los valores que la OMS considera saludables, el Índice de Masa Corporal (IMC) debe de estar comprendido entre 18.5 y 24.9. Todas aquellas personas que se encuentren por debajo, se les considera con infrapeso y las que se encuentran por arriba pueden tener sobrepeso o incluso obesidad (de 25 en adelante).
De esta muestra se extrajo que el mayor número de mujeres con sobrepeso se concentra en la clínica de Las Palmas con un 29,6%, seguida de Vigo, con casi un 28,8% (ver Tabla 1).
Por su parte, IVI Alicante e IVI Zaragoza son las que han registrado un mayor número de casos de delgadez extrema, con más de un 9% de pacientes, en cada clínica, con un IMC por debajo de lo recomendable (ver Tabla 1).
Durante 2012, se encontraban en su peso ideal (IMC entre 18.5-24.9) un 70,4% de las mujeres que se sometieron a un tratamiento de reproducción asistida, destacando en este apartado IVI Bilbao, por su mayor número de pacientes en su normopeso (73,1%) (ver Tabla 1).
Tabla 1. Porcentaje por rangos de IMC sobre total de pacientes por clínica en 2012
CLÍNICA IMC 0-18.5 IMC 18.5-24.9 IMC >25
Alicante 9.3 % 68.3 % 22.2 %
Almería 7.5 % 67.5 % 24.8 %
Barcelona 6.8 % 71.6 % 21.6 %
Bilbao 5.4 % 73.1 % 21.3 %
Las Palmas 6.3% 63.9 % 29.6 %
Madrid 8.5% 71.9 % 19.4 %
Murcia 5.7% 69.6 % 24.5 %
Valencia 7.4 % 68.7 % 23.7 %
Vigo 4.1% 66.8 % 28.8 %
Zaragoza 9.8 % 71.7 % 18.3 %
Grupo 7.1 % 70.4 % 22.3 %
Peso ideal, embarazo ideal
El sobrepeso u obesidad puede ser una de las dificultades para concebir, por este motivo, antes de embarazarse o someterse a un tratamiento de reproducción asistida, los ginecólogos recomiendan un plan de reducción de peso y modificar sus malos hábitos nutricionales al menos entre tres y seis meses antes de buscar el bebé de manera natural o antes del tratamiento. “Es importante que los profesionales de la salud realicemos un asesoramiento prenatal sobre el control de peso en las mujeres que desean concebir para prevenir y tratar esta epidemia”, explica el doctor Bellver ginecólogo de IVI Valencia y autor del estudio Female obesity: short- and long-term consequences on the offspring (Obesidad femenina: consecuencias a corto y largo plazo en la descendencia).
El riesgo de complicaciones obstétricas es tres veces superior en obesas, aumenta las tasas de aborto y tienen el doble de riesgo de muerte fetal que las mujeres con peso normal y de parto prematuro. “La obesidad no sólo afecta a la mujer en el embarazo y post-embarazo, sino que es un factor de riesgo importante para las enfermedades crónicas, como la enfermedad cardiovascular, síndrome metabólico y diabetes tipo II, en la adolescencia y la edad adulta de los hijos, por lo que las mujeres deberían tratar de concebir en un peso normal para obtener mejores resultados obstétricos”, apunta el doctor Bellver.
Programación fetal: de madres obesas hijos obesos
En el estudio Female obesity: short- and long-term consequences on the offspring, se demuestra que el sobrepeso no sólo tiene consecuencias en las madres sino también en el desarrollo de la descendencia.
Esto se debe a que las condiciones en el útero materno tienen un efecto sobre la fisiología fetal conocido como “programación fetal”, es decir, que el ambiente donde se desarrolla el feto condiciona su desarrollo durante su vida postnatal y adulta. Este concepto se denomina también “memoria metabólica” y hace que, por ejemplo, la obesidad se convierta en un problema perpetuamente autogenerado.
En este sentido, los hijos de madres con sobrepeso tienen un 40% más de probabilidades de padecer sobrepeso y obesidad, lo que sugiere que algunos mecanismos que subyacen a la obesidad se establecen antes del parto. “Es evidente por tanto que la compresión de patrones procedentes de las diferentes generaciones de la familia, tanto por parte de padre como de madre, pueden ser de particular importancia para abordar correctamente las estrategias preventivas con el objetivo de reducir la obesidad”, explica el doctor Bellver.
SABÍAS QUÉ:
• Si la madre es normopeso y el padre es obeso, el riesgo de obesidad afectaría solo a los hijos varones, no a las hijas. Sin embargo, si la madre es obesa se verá afectada tanto la descendencia masculina como femenina.
• Los factores raciales y étnicos claramente afectan a la ganancia de peso durante el embarazo: Las mujeres afroamericanas son más propensas a ganar peso en exceso durante el embarazo y las mujeres asiáticas tienen más probabilidades de ganar menos del peso recomendado.