• Casi una decena de pacientes con cáncer han sido madres una vez superada su enfermedad gracias al Programa de Preservación de la Fertilidad que ofrece IVI en todas sus clínicas
• El trasplante de útero es la opción ideal para aquellas mujeres que han perdido su útero y no desean renunciar a ser madres biológicas
VIGO, 24 DE OCTUBRE DE 2013
Cada vez más pacientes oncológicos acuden a IVI para conservar sus gametos y poder hacer uso de ellos una vez superada su enfermedad. De hecho, el saber que disponen de este seguro de fertilidad les da fuerzas para afrontar la situación y superarla con la ilusión de ser padres en un futuro.
“Estos pacientes no tienen por qué renunciar a la paternidad, ya que hoy en día la reproducción asistida ofrece muchas opciones para lograr el embarazo. En el caso de las mujeres, una de las mejores alternativas para preservar su capacidad reproductiva es la vitrificación de ovocitos, que permitirá conservarlos el tiempo que sea necesario para transferirlos posteriormente con la misma calidad con la que fueron preservados”, explica el doctor Elkin Muñoz, director médico de IVI Vigo y coordinador del curso.
En la actualidad, 1 de cada 8 mujeres padecen cáncer de mama, el tumor más frecuente en la mujer y primera causa de muerte por cáncer en mujeres europeas. Para aportar soluciones a la incidencia del cáncer en el pronóstico reproductivo, IVI introdujo en 2007, y por primera vez en España, un Programa gratuito de Preservación de la Fertilidad por motivos oncológicos, y desde entonces 70 mujeres han vitrificado sus óvulos en IVI Vigo y más de 350 lo han hecho en cualquiera de las clínicas IVI de España. “De ellas, casi una decena han logrado ser madres después de superar su enfermedad a través de un tratamiento de reproducción asistida en IVI”, ha concluido el doctor Muñoz en su ponencia acerca de la estimulación ovárica en mujeres con cáncer.
Una enfermedad como ésta puede alterar los resultados de las técnicas reproductivas. A este respecto, un estudio publicado por IVI muestra que de media las pacientes con cáncer producen casi dos ovocitos menos que las pacientes sanas que precisan de una fecundación in vitro (FIV), lo cual podría asociarse a la presencia de la mutación en el gen BRCA1, propio del cáncer. Podemos afirmar que el efecto de la estimulación ovárica sobre las células tumorales es prácticamente nulo.
“En IVI tratamos de evitar que la estimulación de la paciente para extraerle los ovocitos a vitrificar altere de forma negativa su pronóstico. De hecho, las células cancerígenas incluso parecen remitir en su crecimiento cuando se exponen a las gonadotropinas, es decir, las hormonas implicadas en el proceso reproductivo y en este caso relacionadas con la ovulación. A la vista de los resultados antes mencionados podemos concluir que la estimulación ovárica en mujeres con cáncer es un procedimiento seguro y con grandes perspectivas de futuro”, ha afirmado el doctor Muñoz durante su intervención.
Además de la vitrificación de óvulos y la congelación de tejido ovárico, el trasplante de útero se perfila como una opción viable para aquellas mujeres que desean ser madres biológicas y no disponen de útero propio.
El doctor César Díaz, del Hospital Universitario La Fe de Valencia, ha expuesto en su ponencia sobre trasplante de útero los datos más relevantes acerca de la funcionalidad de este procedimiento como alternativa para aquellas mujeres con esterilidad de origen uterino, una de las pocas causas que actualmente, y pese a los avances en medicina reproductiva, carece de tratamiento específico para lograr el embarazo.
Esta Jornada aporta avances y logros en el campo de la preservación de la fertilidad, al tiempo que acerca los buenos resultados alcanzados a ginecólogos y especialistas para su conocimiento y posterior práctica profesional. En ella se han dado cita más de 115 ginecólogos, oncólogos y embriólogos de centros referentes en el sector, como la Sociedad Gallega de Xinecologia e Obstetricia, la Sociedad Gallega de Oncología, el Centro Hospitalar de Vila Nova de Gaia/Espinho (Portugal), La Fe de Valencia y las clínicas IVI.