• Mientras que en 2003 el grueso de las pacientes estaba en la franja de 33-36 años, en 2013, el grupo más significativo tiene entre 38-40 años
• En el último lustro se ha cuadruplicado el número de parejas homosexuales que han acudido a IVI para formar una familia
VALENCIA, 23 DE JULIO DE 2014
La mujer sigue aplazando su deseo de ser madre cada vez más, así lo indica un estudio retrospectivo de IVI en el que se analiza la evolución de las pacientes en los últimos diez años y en el que se observa un desplazamiento de la edad de acceso a la maternidad, que alcanza los 40 años en 2013. El estudio, titulado Different models of familiy thus different types of ART patients, realizado sobre una muestra de más de 130.000 pacientes de las clínicas IVI (2003-2013), evidencia cómo ha cambiado el perfil de la paciente y también el de las familias, entre las que despunta la homosexual, que ha cuadruplicado su número en los últimos cinco años.
La estructura de la familia tradicional ha evolucionado en España, así lo mostraba recientemente el INE que situaba en 32,2 años la edad media de acceso a la maternidad y observaba una media de 1,26 hijos por familia, el pasado año 2013.
En reproducción asistida, esta realidad no es diferente. “En IVI, el grueso de nuestras pacientes en 2003 tenía entre 33 y 36 años, ahora tienen entre 38 y 40. Es difícil vaticinar qué sucederá en la próxima década porque, en este momento, las mujeres españolas están accediendo a la maternidad en una edad límite para la reproducción natural”, explica Amparo Ruiz, directora de IVI Valencia y autora de este estudio.
Otro cambio importante de los últimos diez años es el que se ha producido en el acceso a la maternidad de las parejas homosexuales femeninas. Mientras que en 2009 se trataron 50 parejas en las clínicas IVI, en 2013 esta cifra se cuadruplicó, llegando a 230. Junto al número de madres solteras, estos perfiles ya suponen el 15% del total de pacientes que acuden a IVI hoy por hoy.
Además, según datos aportados a este estudio por la embrióloga de IVI Thamara Viloria, se observa que la edad de las mujeres en parejas homosexuales, que acuden al IVI, es significativamente menor que la de las mujeres sin pareja, lo cual influye en la tasa de éxito del tratamiento.
“Los motivos para la reproducción asistida también han sufrido un cambio importante en la última década. La pareja infértil sigue siendo usuaria de este servicio pero a ésta se le ha sumado otros perfiles de pacientes como las parejas homosexuales, las madres solteras por elección o las mujeres que quieren preservar su fertilidad para ser madres en el futuro, sin tener que recurrir a un programa de donación de óvulos”, explica la dra. Ruiz.
De la cura a la prevención
En 2013, más de 500 pacientes preservaron su fertilidad en alguna clínica IVI, casi el doble que el año anterior. De ellos, 356 lo hicieron por motivos no médicos, con la certeza de que recuperarán sus gametos en el momento que lo deseen y con la misma calidad con la que se conservaron.
Hasta el momento, y desde que IVI puso en marcha en 2007 el Programa de Preservación de la Fertilidad, se han realizado más de 1.600 procedimientos – 906 antes de un tratamiento oncológico y 771 por razones no médicas-, el 80% a mujeres.
“Aunque se aconseja preservar la fertilidad antes de los 38 años, en este estudio se observa que un buen porcentaje de las pacientes que lo hacen por decisión propia sobrepasan esta edad. Al contrario de las pacientes oncológicas, que preservan a la edad más temprana –en la que se le diagnostica la enfermedad- y antes del tratamiento, con una concienciación importante en la que el oncólogo desempeña un papel clave, las mujeres que vitrifican sus óvulos para retrasar el momento de ser madre por decisión propia, no acaban de asimilar la importancia de guardar sus gametos en una edad más temprana” explica el doctor Antonio Requena, director médico del Grupo IVI.
“La prevención es un aspecto a tener en cuenta por las mujeres de nuestro siglo. Si una mujer prevé que intentará ser madre a partir de los 38, debería de prevenir y preservar la fertilidad. Esta va a ser la única manera de que las próximas generaciones puedan ser madres con sus propios óvulos. De lo contrario, la mayoría, tendrá que acudir a un banco de óvulos de donante para poder reproducirse”, explica el director médico. “En todos los campos de la medicina, la verdadera evolución consiste en pasar de la curación a prevención y, por fin, esto también es posible en medicina reproductiva” concluye Requena.