- Se estima que hasta un tercio de los ciclos de reproducción asistida en las pacientes con baja reserva ovárica serían evitables si las pacientes hubieran tenido suficiente información en el momento adecuado
VALENCIA, 16 DE JUNIO DE 2020
La infertilidad afecta hoy en día, según la Organización Mundial de la Salud, a 1 de cada 6 parejas en edad reproductiva en España. Por lo general, se trata de un problema desconocido para los pacientes hasta el momento en el que, después de buscar un embarazo de forma natural y no conseguirlo, se plantean recurrir a un centro de reproducción asistida.
Es en ese momento cuando se enfrentan a un mar de dudas sobre tratamientos y conceptos que nunca antes habían escuchado.
“Esta patología, altamente prevalente, está perseguida por un estigma social que tan solo puede romperse con la normalización de esta condición. Y, como para casi todo, la educación es una herramienta clave para conseguirlo”, afirma Rafael M. Trinchant, autor del estudio “Un análisis descriptivo y analítico sobre la percepción de la fertilidad e infertilidad en población femenina española” y embriólogo en la clínica IVI Mallorca.
El estudio, que ha llevado a cabo la encuesta más grande hasta la fecha sobre “Fertility Awareness”, con una población diana de 1.569 mujeres españolas, concluye que a la infertilidad le sigue de cerca un profundo estigma social que está acompañado por un desconocimiento en cuanto a tecnicismos del mundo de la reproducción y salud sexual independiente del nivel de estudios de las mujeres encuestadas; que puede llegar a afectar a la toma de decisiones sobre salud reproductiva propia.
Según Trinchant, “en la actualidad, la educación en materia reproductiva está más enfocada en el ´cómo no tener un hijo´ que en ´cómo poder tener un hijo´, cuando ambos aspectos deberían ser importantes en equivalencia. La sociedad de a pie está desprovista de conocimientos técnicos en cuanto a las expectativas reales en fertilidad, sobre todo la relacionada con el envejecimiento ovárico. De hecho, se estima que hasta un tercio de los ciclos de reproducción asistida por baja reserva ovárica serían evitables si las pacientes hubieran tenido suficiente información en el momento adecuado para evaluar de manera sopesada sus decisiones reproductivas”.
El estudio se planteó como una manera de evaluar las tendencias sociales actuales y los conocimientos de la población femenina española respecto a esta materia, cuyos resultados vislumbran un optimismo social irreal dentro del marco de la fertilidad. De hecho, la gran mayoría de participantes del estudio demostraron no poder determinar con precisión a qué edad empezaba a ser difícil para una mujer conseguir un embarazo, ya fuera de manera natural o mediante el uso de técnicas de reproducción asistida. Por ello, una de las necesidades que se obtienen de las conclusiones es la de educar en edades tempranas sobre fertilidad e infertilidad, cuando aún se está a tiempo de poder actuar y planificar la maternidad según se desee.
Además, es de relevancia la amplia aceptación de la vitrificación de los ovocitos como método de preservación social de la fertilidad según los resultados obtenidos. “Esta técnica podría ayudar a atajar la actual crisis demográfica a la vez de servir de herramienta para la emancipación de aquella mujer que desee posponer su maternidad, suponiendo un cierto alivio psicológico. Elegir ser madre o no es parte de los Derechos Reproductivos: la cuestión y lo ideal es siempre poder elegir”, afirma Trinchant.