Nuestro amor

Nuestro amor

Historias reales
Clínica IVI Madrid – Alcorcón

Clínica IVI Madrid-Alcorcón

“Quiero animar a todos los futuros papis, para que lo sigan intentando. No tiréis la toalla, por favor. Nosotros, que tenemos más de cuarenta años, y con un solo blastocito congelado nos quedamos embarazados al tercer intento.
Y esto es lo mejor que nos ha pasado. Ver la sonrisa de nuestro bebé es lo más bonito de cada día.
Por ello le queremos dar infinitas gracias, en especial, a la doctora María Martínez. Gracias a IVI, a nuestra clínica
IVI Madrid-Alcorcón, por cumplir sueños.”

Mamá gracias a IVI Madrid-Alcorcón

Siempre os decimos lo mucho que nos gusta cuando meses después hacéis balance y recordáis vuestro paso por IVI. Pero, ¿Qué decir del hecho de animar a otros pacientes a luchar por aquello que quieren? Darles ese consejo, esa palabra de aliento que sabéis que tanto les va a ayudar. Porque esos pacientes ahora están pasando, están sintiendo, algo que vosotros ya sabéis. Y, precisamente porque vosotros habéis pasado por eso, ahora no queréis que otros pacientes se pierdan la felicidad que espera al final del camino. Experimentar que todos los obstáculos, los altibajos, las decepciones… De un plumazo desaparecen. Porque cuando os llamamos para comunicaros el resultado positivo de la beta, todo se convierte en alegría. Todos los esfuerzos han valido la pena. Se va a convertir en realidad eso que tanto anhelabais y que parecía que nunca llegaría.

Y, en todo este proceso, nosotros estamos a vuestro lado. Ponemos todo lo que tenemos a vuestra disposición para hacer realidad vuestro sueño. Compartimos y sentimos vuestra alegría. Nos emociona cuando volvéis a la clínica con vuestro pequeño/a. Cuando os sentís como en casa en una clínica IVI. Cuando conocemos a vuestro bebé como si fuéramos un miembro más de la familia. Y también cuando nos mandáis cartas tan bonitas como esta. Nos sentimos plenamente orgullosos de los pacientes que tenemos. De la increíble calidad humana que demostráis. De las lecciones que nos dejáis. De la tremenda generosidad que, después de todo lo vivido, seguís teniendo para que animar a otras mujeres y parejas. Porque en un tratamiento de reproducción asistida entran muchas emociones en juego, pero la felicidad que se siente cuando lo consigues, no es comparable con nada. Y es cierto que el camino se hace duro y se concentran las emociones. De la ilusión por empezar, al esfuerzo, pasando por la decepción si el primer intento no sale bien. Y vuelta empezar. Hasta que os decimos que sí, que esta vez ha ido bien. Y entonces todo es felicidad y alegría.