A raíz de la encuesta sobre tendencias de maternidad y fertilidad realizada por IVI en nuestro país observamos una acuciada necesidad de concienciar e informar sobre la vitrificación de ovocitos, la técnica que las mujeres tienen a disposición para conciliar la vida laboral/estudios con sus planes de ser madres.
Preservar la fertilidad para no renunciar a nada
En términos de natalidad nuestra sociedad refleja una clara -y preocupante- tendencia: cada vez se retrasa más el momento en que ser madres. El descenso en las tasas de natalidad, unido a un envejecimiento de la población, solo da como resultado el ya conocido ‘invierno demográfico’. Una situación que desemboca en un complicado reemplazo generacional.
“Surge entonces esta extensa encuesta de fertilidad y maternidad, liderada por IVI, de la que se desprenden múltiples datos que nos ayudan a esclarecer cuáles son los factores que influyen en las mujeres y su actitud frente a la maternidad, así como las herramientas que podemos poner a su disposición para facilitar la toma de decisiones de la manera más libre y autónoma posible, dentro del marco socio-económico que les rodea”, comenta la doctora Ana Cobo, directora de la Unidad de Criobiología de IVI Valencia.
Factores que se interponen a la maternidad
En este sentido, podemos destacar principalmente dos. En primer lugar, la conciliación laboral o, mejor dicho, la dificultad para conciliar la vida laboral con la familiar. Este es un hecho que afecta en mayor medida al perfil de mujeres con un nivel socio-económico alto. Por otro lado, la insuficiencia de recursos económicos, aspecto más relevante para aquellas participantes en la encuesta con un nivel socio-económico medio.
“Estas variables llevan a un creciente número de mujeres a posponer su decisión de tener hijos, y cobran sentido técnicas como la vitrificación de ovocitos. Se trata de una alternativa que permite a las mujeres de hoy preservar su fertilidad y posponer su deseo gestacional en pro de otros ámbitos de sus vidas, pero sin tener que renunciar a ser madres en un futuro con sus propios óvulos. Así, la vitrificación de ovocitos hace posible una elección libre y sin presiones del momento y la forma en la que las mujeres desean afrontar la aventura de ser madres”, explica la Dra. Cobo.
Se necesita más información sobre la vitrificación
La encuesta llevada a cabo por IVI refleja que el 57% de las participantes considera que tienen poca o ninguna información sobre la vitrificación de óvulos. Un porcentaje alto teniendo en cuenta que se trata de una técnica en auge hoy en día. Sin embargo, en nuestras clínicas, durante el último año y en comparación con el anterior, han aumentado en un 36% estos tratamientos.
“En cuanto a términos de accesibilidad de información, y comparando todas las técnicas y tratamientos que existen en nuestro país, la vitrificación es uno de los menos conocidos. Solo le sigue por detrás el método ROPA (Recepción de Ovocitos de la Pareja), diseñado para parejas de mujeres. No deja de ser llamativo en el contexto social en que nos encontramos”, añade la Dra. Cobo.
Preservar sí, pero en el momento idóneo
Por otro lado, solo el 21% de las participantes en el estudio sabe que la mejor edad para vitrificar es antes de los 35 años. Es a partir de esta edad cuando la fertilidad femenina se ve gravemente mermada, perdiendo calidad y cantidad. El porcentaje restante de encuestadas no determina una edad máxima hasta la que es aconsejable preservar la fertilidad, aportando cifras muy variadas. Esto no hace más que señalar un profundo desconocimiento sobre esta técnica.
“De hecho, el 26% de las encuestadas desconoce cuál es el momento idóneo para la vitrificación, un desconocimiento significativamente acusado en el tramo de 36 a 39 años. Si hacemos referencia a nuestra experiencia en IVI, la edad media de nuestras pacientes de vitrificación por motivos sociales alcanza los 36 años. Ante este escenario es fundamental apostar por una concienciación y difusión intensiva de información, para que las mujeres sepan las opciones que tienen para poder conciliar su vida familiar con la laboral/estudios, así como el mejor momento para hacerlo y aumentar sus posibilidades futuras. Y es que, actualmente, tal y como explicamos en nuestro anterior bloque de datos de la encuesta, centrado en los motivos por los que las mujeres no tienen hijos hoy, los problemas de conciliación son uno de los principales motivos por los que no se tienen hijos”, concluye la Dra. Cobo.
Las jóvenes, más concienciadas
Sin embargo, también debemos destacar que las encuestadas más jóvenes parecen ser más conscientes de su ritmo de vida y de sus ambiciones sociales, económicas y laborales. A raíz de esta concienciación son las que muestran una mayor predisposición a realizarse una preserva social de la fertilidad. En torno al 50% de las pertenecientes al grupo de edad de 25 a 35 años se realizaría una vitrificación con medida de seguridad para ser madres con sus propios óvulos en el futuro.
Los comentarios están cerrados.