Esta semana en el blog, os traemos respuesta a una pregunta que nos hacéis con mucha frecuencia… ¿Por qué es importante vitrificar óvulos? Hemos querido que sea el Dr. José Landeras, director de IVI Murcia, el que os responda a esta pregunta y nos lo cuente en este post.
La vitrificación ha cambiado por completo la reproducción asistida del siglo XXI, haciendo posibles dos retos importantes, la preservación de la fertilidad femenina y la transferencia electiva de un único embrión.
La principal característica de la técnica de la vitrificación es que no se generan cristales de agua (como ocurría con la congelación lenta). Y esto se debe, por un lado, a que se trabaja con un volumen mínimo de medio líquido y, a otro, a la inmersión directa en nitrógeno líquido (-196ºC). Mediante esta inmersión, la temperatura desciende muy rápidamente, a una velocidad de 23.000ºC/min.
Todo esto hizo posible la congelación tanto de ovocitos como de embriones con una tasa de supervivencia a la descongelación muy elevada, y preservando prácticamente el 100 % de su capacidad reproductiva. Puedes ver cómo funciona el proceso de la vitrificación en el siguiente vídeo:
La revolución social de poder elegir el momento de ser madre gracias a la preservación de su fertilidad, se compara con la revolución que supuso, en su momento, el desarrollo de los anticonceptivos orales para el control se la natalidad.
Hay que tener en cuenta que esta situación de posponer la búsqueda de maternidad por desarrollo profesional, por dificultades para poder conciliar la faceta personal y profesional o por razones puramente económicas es cada vez más frecuente en nuestro medio. Y, en este sentido, la congelación de óvulos ha hecho posible que la mujer pueda plantearse con mayor flexibilidad la búsqueda de la maternidad.
Lo ideal sería vitrificar una cantidad suficiente de ovocitos (8-15). Pero ¿cómo los obtenemos? Primero tiene lugar una estimulación ovárica con gonadotrofinas y, finalmente, una punción ovárica por vía vaginal y con control ecográfico. La preservación de la fertilidad debe ser coste/eficiente, y para ello, debería realizarse a una edad de buen pronóstico en cuanto a la calidad ovocitaria (30-36 años).
El objetivo principal es preservar esos óvulos del efecto negativo del paso del tiempo para poder utilizarlos más adelante, considerando que frecuentemente aparecerán problemas reproductivos como consecuencia del avance de la edad cronológica en la mujer; especialmente a partir de los 38-40 años. De esta manera, podrá prolongar su capacidad fértil en el tiempo, pudiendo gestar más adelante con su propia carga genética, en un rango de edad en el que muchas mujeres que no hayan tenido esta precaución deberán enfrentarse a la indicación de la ovodonación como consecuencia de la pérdida de cantidad, y sobre todo, calidad de sus óvulos.
Transferir un solo embrión
El segundo reto importante en el que el desarrollo de la vitrificación ha contribuido de manera decisiva ha sido la transferencia electiva de un único embrión. Con ello, se está ganando la lucha contra el embarazo múltiple y sus complicaciones, que está relacionada inevitablemente con la reproducción asistida.
Al igual que con los óvulos, esta técnica de congelación embrionaria implicó una importantísima mejora en las tasas de supervivencia de los embriones a la descongelación, así como la preservación de todo su potencial reproductivo independientemente del tiempo que permanezcan en congelación hasta su uso.
La situación más frecuente será la congelación de los embriones excedentes en un procedimiento de fecundación in vitro (FIV). En general, en estos tratamientos, generaremos más de un embrión, y tras transferir uno de ellos en fresco, procederemos a la congelación del resto de los embriones con la tranquilidad de saber que mantendrán toda su capacidad implantacional.
Otra situación cada vez más frecuente, es la de tener que evitar la transferencia de embriones en fresco. En este caso, congelaremos todos los embriones generados (freeze all) con la intención de transferirlos más adelante en el tiempo. Es lo que conocemos como transferencia diferida.
Vitrificación y COVID19
La indicación médica puede ser evitar transferir el embrión en fresco en algunas situaciones en las que su capacidad de implantación está claramente disminuida (sangrado uterino pre-transferencia, niveles hormonales inadecuados, etc.); puede ser evitar transferir en fresco en situaciones en las que gestar en esos momento pudiera conllevar algún riesgo para la salud de la mujer (riesgo de desarrollar un síndrome de hiperestimulación ovárica), o evitar transferir en fresco ante dudas razonables de salud.
Esto último es lo que sucedió con la actual pandemia del COVID-19, cuando tuvimos que congelar todos los embriones de bastantes ciclos de tratamientos de FIV que ya estaban en marcha cuando las Autoridades Sanitarias recomendaron interrumpir la actividad. No obstante, desde el 27 de abril -después de que el Ministerio de Sanidad publicara en una resolución que los centros y servicios de reproducción humana asistida está autorizados a operar-, hemos vuelto a abrir y vamos volviendo poco a poco a la normalidad, sin pausa pero sin prisa y, sobre todo, con mucha ilusión por seguir ayudándoos a tener un bebé.
Y, ya para concluir, quería recordar de nuevo la gran importancia de la SOLIDARIDAD para superar esta crisis del COVID-19.
Dr. Jose Landeras
Ginecólogo y Director de IVI Murcia
2 comentarios
Excelente dr landeras , el equipo ivi murcia son lo máximo. Un saludo a todo el equipo
Muchas gracias por tus palabras, Silvana. Un abrazo muy fuerte de vuelta.