El diagnóstico genético preimplantacional (DGP) es una técnica que permite estudiar los embriones genéticamente antes de ser transferidos al útero materno. Es necesario realizar una biopsia embrionaria, que consiste en la extracción de una célula del embrión, sobre la que se realiza el estudio genético según la patología en estudio. Una vez obtenido el resultado, se seleccionan los embriones “normales o sanos” para ser transferidos al útero y poder proceder al tratamiento de reproducción asistida. Puede aplicarse para parejas con problemas genéticos o cromosómicos.
El DGP es una técnica que permite un diagnóstico rápido y robusto y ha conseguido mejoras en las tasas reproductivas ampliamente demostradas. Pese a la precisión de las técnicas empleadas, éstas no están exentas de errores inherentes a la técnica o al material biológico objeto de estudio, por lo que se recomienda la realización de estudio prenatal mediante amniocentesis o muestreo de vellosidad corial.
IVI consiguió en 2006 por primera vez en el mundo que una pareja portadora de linfohistiocitosis tuviese un bebé gracias a la técnica de reproducción asistida DGP. El registro de nacidos vivos después de la aplicación de DGP muestra una tasa de gestación a término superior al 30%.El análisis genético del embrión en pacientes de edad materna avanzada ha mejorado un 40% la tasa de embarazo acumulada en los centros IVI, ya que esta técnica permite transferir el mejor pre-embrión tras el estudio de su genoma