Son muchas las ocasiones en que hemos hablado de que en la sociedad actual se retrasa cada vez más la edad en que se es padre. Muchos son los estudios sobre este asunto y cómo la edad de las mujeres influye en diferentes aspectos. Desde los obstétricos hasta los perinatales, pasando por los gestacionales. Pero, hasta ahora, poco se sabía sobre la influencia de la edad paterna a este respecto.
Estudio sobre la influencia de la edad paterna
El contexto mencionado es el que ha dado pie a dos estudios presentados en la actual edición del Congreso de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE). Bajo los títulos “Paternal age does not affect obstetric and perinatal outcomes in IVF or ICSI cycles with autologous oocytes” y “Paternal age is significantly related with the type of delivery and the sex of the newborn in IVF or ICSI cycles with donated oocytes”, con el liderazgo de la doctora Ana Navarro, investigadora de la Fundación IVI, y la supervisión del doctor Nicolás Garrido, director de la Fundación IVI. El objetivo de ambos trabajos es el de comprobar si el semen de los hombres con edad paterna avanzada influye negativamente en la salud obstétrica de la mujer durante el embarazo, además de al tipo de parto y la salud del recién nacido. Además de demostrar si, en caso de afectar a estos aspectos, en qué grado de influencia.
“Para ello, hemos tenido en cuenta una serie de indicadores de salud en el embarazo y perinatales tales como la diabetes gestacional, la hipertensión, el peso del niño, el tipo de parto, la circunferencia craneal o la admisión en UCI tras el nacimiento, dando como resultado que la edad paterna no afecta a los resultados obstétricos y perinatales en los tratamientos de reproducción asistida con ovocitos propios. En este punto, y a pesar de que varios estudios sugieren el umbral para considerar la edad paterna ‘avanzada’ a los 40 años, creemos conveniente revisar este límite de acuerdo a los resultados actuales”, comenta el Dr. Garrido.
¿Existe pérdida en la calidad a causa de la edad paterna avanzada?
El trabajo antes mencionado estudia la posible pérdida de calidad del semen o un descenso en la fertilidad masculina debido a la edad. Además de si esto afectaría en los resultados obstétricos y perinatales. Pero, tras el análisis ajustado teniendo en cuenta la edad materna –además de otras variables-, los resultados no reflejan nada estadísticamente significativo en el caso de tratamientos con ovocitos propios.
“Una de las razones que puede ocasionar esta diferencia entre hombres y mujeres es puramente biológica: en los hombres la espermatogénesis tiene lugar constantemente, todos los días y en todo momento y, por tanto, se generan células nuevas. Por el contrario, la mujer tiene los folículos en sus ovarios desde que está incluso dentro del útero de su propia madre. Es decir, llevan con ella toda la vida. Y, obviamente, esto influye en las características de la fecundación y todo lo que conlleva a posteriori, ya que los espermatozoides no tienen la edad que presentan los óvulos al intentar fecundarlos”, explica la Dra. Navarro.
Estudio de la influencia de la edad paterna con ovocitos donados
Por otro lado, el hecho de haber investigado en tratamientos con ovodonación permite estandarizar el factor femenino. Esto es debido a que son perfiles similares en cuanto a edad, sin antecedentes de problemas de salud, etc. En este caso, tras analizar embarazos con ovocitos de donantes se determinó una ligera variación en el tipo de parto por cesárea y el sexo del recién nacido vivo. Esta diferencia se mantuvo significativa tras el análisis ajustado. A pesar de ello, los investigadores no observan nada clínicamente relevante, dado que el tipo de parto por cesárea, por ejemplo, es una variable en la que inciden decisiones personales o médicas en el momento de llevar a cabo el parto.
“Partiendo de la base de que por edad paterna avanzada se entiende un varón de mínimo 40 años, en el caso de edades más tardías, son los problemas médicos asociados al envejecimiento los que hacen que la calidad del semen no sea la óptima y pueda dar lugar a un riesgo algo más elevado de enfermedades en el bebé, aunque son muy poco frecuentes. La fertilidad masculina es un campo aún algo desconocido en materia científica, por lo que en IVI, conscientes de ello, seguimos investigando día a día para afrontar los retos que esta presenta”, concluye el Dr. Garrido.
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